BILBAO - El Gobierno vasco presentó ayer una radiografía del empleo juvenil que recoge una cierta mejoría en cuanto a ocupación y condiciones laborales, pero con unas cifras de temporalidad y de contratación a tiempo parcial todavía muy altas, sobre todo entre las mujeres. Entre los menores de 30 años que trabajan, que son algo más de un tercio del total, cerca de la mitad (el 47,6%) tienen un empleo temporal. Lo más preocupante es que este indicador no mejora sino que, al contrario, la tendencia es hacia una pérdida de estabilidad laboral.

Así se explica en el informe del departamento de Empleo correspondiente a 2017 y que se basa en una encuesta realizada a 2.000 jóvenes. Los números globales mejoran, indicó el viceconsejero Marcos Muro, en línea con la situación de la economía, ya que hay menos jóvenes en paro y el salario medio es casi 100 euros más alto que en 2015 (de 1.093 euros al mes). Las expectativas de encontrar empleo a corto plazo han mejorado y baja el número de jóvenes vascos que creen que se verán forzados a marcharse al extranjero para poder trabajar, valoró el viceconsejero.

Los jóvenes son un colectivo particular porque un alto porcentaje tiene como objetivo principal sacar adelante sus estudios. Según el informe, un 54% de los menores de 30 años se dedican a estudiar, si bien a partir de los 23 años el porcentaje que solo se dedica a formarse baja de forma significativa.

El propio estudio señala que no hay compartimentos estancos y que una parte de jóvenes estudian y trabajan al mismo tiempo, aunque en la encuesta se tenga en cuenta únicamente su ocupación principal. El porcentaje de jóvenes que están en paro es el 6,7% -la tasa de desempleo es muy superior porque se realiza solo a partir de los jóvenes que buscan trabajo-, pero incluso separar este grupo del que se dedica a estudiar es complicado puesto que en ocasiones la formación puede ser una salida ante la falta de oportunidades laborales.

más trabajadores La encuesta sitúa el volumen de jóvenes que trabajan en el 35%, de los que una pequeña parte realizan también algún estudio. Hay un repunte de este porcentaje, en especial si se compara con 2013, cuando eran trabajadores el 31% de los jóvenes vascos. Los niveles anteriores a la crisis -en 2008 trabajaban casi el 43%- siguen muy lejos. Baja mucho respecto a la crisis el porcentaje de la juventud que se declara en el desempleo, aunque lo hace sobre todo porque muchos de ellos se desplazan hacia el colectivo de estudiantes.

Esta tendencia tenía pleno sentido en época de crisis, aunque resulta llamativo que se mantenga también en fase de recuperación. El problema puede estar en el tipo de empleo al que acceden los jóvenes, en muchos casos demasiado poco atractivo como para abandonar la etapa formativa. La sombra que más pesa en el estudio del Gobierno vasco es el avance de la temporalidad, que pasa de afectar al 44% de los menores de 30 años en 2015 a alcanzar a más del 47%. Por otro lado, solo un 35% de jóvenes vascos tienen contrato fijo, 8 puntos menos que dos años antes. El resto son autónomos, un colectivo que se recupera tímidamente entre la juventud, y trabajadores sin contrato. Si se tienen en cuenta solo los jóvenes que trabajan por cuenta ajena, son eventuales más del 53%, una tasa que a nivel europeo únicamente supera el Estado español. La media de la Unión Europea es del 32%, es decir en Euskadi el alcance de la temporalidad es de 20 puntos más.

En cuanto al tipo de jornada, se produce una fuerte caída del número de jóvenes que trabajan a tiempo parcial, aunque el porcentaje de mujeres con este tipo de contrato roza todavía el 40%.

El viceconsejero reconoció que los niveles de temporalidad y de contratación parcial son “altos”, aunque puso en valor que otros indicadores laborales sí han mejorado como el sueldo medio de la juventud, que supera por primera vez los 1.000 euros al mes. “El empleo juvenil es una de las prioridades del Gobierno vasco”, remarcó Muro.