BILBAO - El economista y físico Miguel Boyer falleció ayer a los 75 años de edad en Madrid a resultas de una embolia pulmonar. Conocido como el superministro entre 1982 y 1985, años en que fue titular de Economía, Hacienda y Comercio del Gobierno español liderado por Felipe González, estaba casado en segundas nupcias con Isabel Preysler. Boyer será recordado por haber llevado a cabo la expropiación del grupo empresarial Rumasa, controlado por el empresario jerezano José María Ruiz Mateos.

Para la historia quedan las imágenes del presidente de Rumasa atacando a Boyer, a quien persiguió sin descanso disfrazado de Supermán o de presidiario en señal de protesta por la expropiación. Ruiz Mateos se unió ayer al coro de voces que lamentó la muerte del exministro.

De orígenes riojanos, Miguel Boyer nació en Euskadi, en concreto en San Juan de Luz-Donibane Loitzune, en 1939 por circunstancias de la Guerra Civil española. Militante del PSOE, conoció la cárcel por sus ideas y fue nombrado ministro de Economía en el primer Gobierno socialista.

Se encargó de intentar controlar la inflación, desbocada hasta el 14% en 1982 cuando en Alemania estaba en el 4,5%, pero también dejó para la historia el llamado decreto Boyer que cambió las leyes de alquiler de viviendas, eliminando el contrato vitalicio. Considerado el cerebro del proceso de liberalización de la economía española, lo que le llevó a enfrentarse al resto de Gobierno, su boda con la reina de las revistas del corazón le reservó un lugar en el papel cuché. - X. Aja