BILBAO. Cajasol y Caja de Guadalajara van a conseguir lo que parecía imposible: una fusión entre entidades de distintas comunidades autónomas, Andalucía y Castilla-La Mancha, en este caso. Después de meses de intentos, de impulsos más o menos directos por parte del Banco de España, de puesta en marcha de instrumentos ad hoc por parte del Gobierno y de planteamientos fracasados, el sector de cajas, inmerso en un amplio proceso de concentración, por fin puede ver cómo se rompen los corsés autonómicos y los intereses locales que hasta este caso se habían erigido en los principales impedimentos de las operaciones interregionales.

Cajasol y Caja de Guadalajara, que han firmado sus protocolos de fusión esta semana, se suman a una lista bastante nutrida de cajas que han hecho públicos sus planes de fusión o ya se encuentran en pleno proceso. De las 45 cajas de ahorros que integran la CECA, sólo 18 -entre ellas BBK, Kutxa y Caja Vital- permanecen ajenas a estos movimientos de concentración real o virtual que tomaron impulso a mediados de 2009. Desde antes de esa fecha el Banco de España viene insistiendo en la necesidad de reducir el número de cajas de ahorro hasta una cifra, que algunos estiman que se situará entre 15 y 30 al final del proceso, para conseguir entidades con mayor solvencia y estabilidad financiera. A la vista de los últimos balances, este objetivo supondrá que al menos 15 cajas deberán ser absorbidas por otras más saneadas.

Hasta la materialización de la fusión de Cajasol y Caja de Guadalajara, que es la primera de carácter interregional, el proceso de concentración parecía que iba dirigido a conformar una gran caja de ahorro en cada comunidad autónoma, aglutinando las de carácter provincial. Muchos proyectos nacieron con más impulso y candidatos a unirse de los que luego han podido mantener, pero lo cierto es que poco a poco entidades pequeñas y medianas van encontrando fórmulas de ganar dimensión sin perder totalmente su identidad -ahí está el caso de los SIP (Sistemas de Protección Institucional), que crean una especie de holding del que dependen las cajas que los integran- y de sanear sus cuentas apoyándose en cajas más solventes capaces de diluir sus riesgos. Una de las consecuencias del proceso de fusiones en el que se han embarcado hasta una veintena de cajas será la venta de activos y redes comerciales, la reducción de plantillas en bastantes casos, y el inicio de unos meses de ajuste y cambios estructurales que los bancos podrían aprovechar para arañar cuota de mercado.

proyectos en marcha El primer proyecto concreto de esta nueva oleada de fusiones de cajas fue el de Caja Duero y Caja España, en mayo de 2009. Le siguieron el de las catalanas Caixa Sabadell, Caixa Terrassa y Caixa Manlleu, al que luego se ha unido Caixa Girona, y el de las andaluzas Unicaja y Caja Jaén, en junio y agosto de 2009, respectivamente. En el último trimestre del año pasado Caja Navarra inauguró el capítulo de fusiones virtuales al alcanzar un acuerdo con Caja Canarias para crear un grupo económico, denominado Banca Cívica, que ahora está dando sus pasos definitivos ante en Banco de España y que también cuenta con la participación de Caja Burgos y Sa Nostra. Antes de que acabara el año se aprobaron también las fusiones de Caixa Manresa, Caixa Catalunya y Caixa Tarragona, por un lado, de Caixa Penedés y Laietana, de Unicaja y Cajasur, por otro, así como la integración de Caja Castilla-La Mancha, que había sido intervenida por el Banco de España, en Cajastur; se produjo el anuncio de la fusión de impulso e interés político entre Caixa Galicia y Caixanova, y se pusieron las bases para la creación de un Sistema Institucional de Protección (SIP) entre Caja Rioja, Caja de Ahorros de la Inmaculada y la Caja Insular de Ahorros de Canarias.

Mientras el nuevo mapa financiero se termina de dibujar ya hay dos proyectos de fusión de cajas en fase bastante avanzada de desarrollo que han paralizado sus trámites por culpa del retraso en la puesta en marcha efectiva del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), que finalmente fue aprobado este jueves por la Comisión Europea. La primera fusión ralentizada por la falta de ayudas del FROB fue la de Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa, que suspendieron la celebración de las asambleas que debían aprobar su integración a la espera de que la comisión Europea autorice las concesión de las ayudas solicitadas a ese fondo, creado por el Gobierno español con el objetivo de facilitar las fusiones de cajas. A esas tres entidades catalanas se han sumado hace unos días otras cuatro de la misma comunidad autónoma: Caixa Sabadell, Caixa Girona, Caixa Manlleu y Caixa Terrassa, que tienen previsto obtener hasta 500 millones de euros del FROB para facilitar su integración.

retraso del frob El FROB, que se constituye en elemento imprescindible para varios de esos procesos de fusión en marcha, fue aprobado, tras siete meses de negociaciones con el Gobierno español, el pasado jueves por la Comisión Europea, pero la autorización sólo es válida hasta el 30 de junio de 2010, lo que obligará a acelerar la reestructuración de las entidades. El Ejecutivo comunitario limita las ayudas públicas que podrán recibir las cajas de ahorros del Fondo al 2% de los activos ponderados por riesgo y las fusiones que requieran más capital deberán notificarse caso por caso a Bruselas y deberán ir acompañadas por un plan de reestructuración. En opinión de la ministra de Economía, Elena Salgado, "el límite impuesto por Bruselas es suficiente" para permitir la reestructuración de las cajas.

No obstante, la Comisión Europea ha advertido de que examinará "muy cuidadosamente" las ayudas públicas que pretendan destinarse, en el marco del FROB, a las entidades financieras que no sean "intrínsecamente sanas". El portavoz de Competencia de la CE, Jonathan Todd, dijo que serán las autoridades españolas y la Comisión las que, conjuntamente, evaluarán el estado de las entidades financieras candidatas a recibir las ayudas del Fondo y que si la apreciación conjunta muestra que la entidad no puede considerarse "intrínsecamente sana", entonces la operación deberá ser notificada formalmente a la Comisión Europea.

Bruselas estima que el esquema español de recapitalización bancaria atañe, según Todd, al 50% del mercado financiero español.

meter prisa Obviando que parte del problema es responsabilidad del Gobierno, que tardó varios meses en presentar el FROB en Bruselas, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se quejaba esta semana de que algunos procesos están "alargándose más de lo que debieran" y hacía un llamamiento a la responsabilidad de todos aquellos implicados en las operaciones de fusión del sector financiero para que no retrasen de manera innecesaria su conclusión ya que, a su juicio, "el tiempo perdido podría acabar perjudicando el flujo de crédito a las empresas y a las familias". No obstante, Fernández Ordóñez valora de manera positiva que un buen número de cajas vayan a centrarse en la búsqueda de soluciones de integración y reestructuración tras la aprobación del FROB.

Por si este impulso no fuera suficiente, el gobernador del Banco de España advirtió de que "intervendrá con prontitud" si fuera necesario, expedientará a los gestores y consejeros de las entidades en las que fuera preciso intervenir y acordará las resoluciones encaminadas a la más "rápida venta o en su caso liquidación de la entidad". Puntualizó que "afortunadamente ese momento no ha llegado", y que el legislador se anticipó a la aparición de problemas serios de viabilidad en las entidades.

Fernández Ordóñez recordó que la función del Banco de España es garantizar que los proyectos de integración sean viables y den lugar a entidades sólidas, y que el legislador ha decidido que cuando vayan a emplearse los recursos del Estado, la autoridad que supervisa la solvencia del sistema bancario sea la encargada de juzgar, con criterios exclusivamente profesionales y sin que pueda interferir ningún otro interés, si un proyecto de integración es suficientemente sólido o no. Recordó que el Banco de España está "obligado" a analizar los proyectos que den lugar a nuevas entidades sólidas, porque los contribuyentes de toda España van a poner en riesgo recursos muy considerables, por lo que es preciso asegurarse de que las entidades resultantes los podrán devolver.

futuro complicado Pero las previsiones de algunos expertos no son tan positivas y hay quien ha estimado que en los próximos meses la mayoría de cajas de ahorro podrían entrar en pérdidas debido a los saneamientos de su cartera de créditos y la reducción acelerada de márgenes. El sector de cajas, dicen estas estimaciones, podría perder entre 4.000 y 5.000 millones de euros este año, y necesitarán entre 10.000 y 12.000 millones del Fondo de Reestructuración (FROB). Sin embargo, hasta ahora sólo una entidad -Caja Castilla La Mancha- ha admitido pérdidas en su cuenta de resultados. Muchas de las entidades han optado por cargar contra patrimonio algunos de los saneamientos que han realizado, si bien, según fuentes financieras, ahora comenzarán a aflorar algunas operaciones forzadas por la crisis.

A tenor de las declaraciones de los responsables de la política económica española, es probable que el proceso de reestructuración del sector de cajas que no sea todo lo rápido y eficiente que se pretende, pero no hay que olvidar que han sido precisamente las reticencias de las instituciones de las comunidades autónomas y su miedo a perder poder en las cajas las que han impedido hasta ahora que el movimiento de integración traspasara los límites autonómicos. Un ejemplo claro de objeción a estas operaciones interregionales lo tenemos en la Xunta de Galicia, que modificó su ley de cajas para impedir que una entidad de fuera se interesara por alguna gallega, al tiempo que empujaba a Caixa Galicia y Caixanova a una unión no deseada.