ES un día de los que se dice aburrido, pero también tiene que haberlos en carreras de tres semanas. Cuando hicieron el recorrido pensaban que pegaría el aire, pero en días con tanto calor eso es complicado. Con viento, la etapa hubiera sido muy diferente, pero no lo ha habido. Los organizadores se deben a los ayuntamientos que pagan por tener la carrera y eso también te limita. Del punto A al punto B había un recorrido y era el que hemos vivido. No se puede achacar nada a la organización. Los protagonistas de la fuga han sido dos representante de equipos invitados. Es la realidad en días así. Los ciclistas de los WorldTour no suelen entrar en fugas que no tienen opción de llegar. En cuanto a la victoria de Sebastián Molano, el UAE ha hecho una llegada perfecta con el lanzamiento de Rui Oliveira. Pero eso ha ocurrido, entre otras cosas, porque el Alpecin, el equipo de Groves, el esprinter más veloz, ha tenido que trabajar desde el principio y al final le ha faltado gas. Groves estaba mal colocado. Es difícil subsanar un error así. Estaba muy hundido en el esprint para poder remontar en una prueba del WorldTour. Por eso también los equipos de los velocistas trabajan. Han pillado con el paso cambiado al Alpecin y Molano lo ha hecho de maravilla con la ayuda de Rui Olveira. Además de la victoria de Molano, la etapa para los de la general ha sido de tránsito a la espera de lo que suceda en el Tourmalet. Será la primera jornada de alta montaña y probablemente deje diferencias. Si Kuss no pierde tiempo, sus opciones para llevarse la Vuelta ganan enteros. Tengo la impresión de que habrá diferencias entre los de la general. Alguno de los que ahora están arriba en la carrera cederá tiempo. El final en el Tourmalet aclarará la Vuelta.

El autor es director deportivo del Grupo Eulen-Nuuk