Bilbao - La victoria no entiende de edades ni de historiales previos. La victoria es emoción, ilusión pura. Es recordar el pasado, pero disfrutar al máximo del presente. No importa nada más. Las tostas de la Sotera están llenas de grandes campeones, remeros a los que no les pilla de nuevo esto de ondear banderas. Sin embargo, los ojos vidriosos fueron mayoría ayer cuando Santurtzi logró en Lekeitio su primera victoria en la ACT. El club santurtziarra hizo una apuesta importante esta temporada. Reclutó varios remeros de garantías, nombres acostumbrados a convivir con el triunfo. La bandera de ayer fue esa recompensa buscada y al mismo tiempo necesaria para dar continuidad a este proyecto lleno de ambición. Fue el retorno definitivo de Santur-tzi a la primera línea. La Sotera dejó de ser definitivamente un equipo alejado de la tanda de honor y confirmó con números su consolidación dentro de la élite del remo. Fue la primera del año, la cuadrilla preparada por Iker Zabala descubrió al fin lo que supone ganar una bandera, y ahora ya piensan en la segunda.

En la tripulación vizcaina mandó la ilusión al principio del año. Arrancaron el curso sabiendo que son un equipo con solo dos cursos en la máxima categoría y que la temporada pasada no pudieron acceder a la tanda de honor. Pero en Santurtzi la victoria era casi una necesidad. La autoexigencia marcada por Iker Zabala y por los hombres importantes de la tripulación era enorme. Querían ganar y querían hacerlo lo antes posible. El espíritu inmortal de los viejos roqueros, veteranos llenos de ambición que querían demostrar que todavía tienen mucho que decir. La regata de Bilbao fue un mazazo. Tocaron con la yema de los dedos el trapo, pero se les escapó en el último momento. Les costó recuperar su mejor versión y tuvieron que esperar dos regatas para brillar de nuevo. Y en Lekeitio, Santurtzi volvió a ser el Santurtzi del primer día. Consiguió una importante renta en el segundo largo y la gestionó con maestría. Tiraron de experiencia para aguantar con seguridad a Orio, segundo otra vez y la mejor trainera en este arranque de competición.

Los oriotarras no fallan en esta Eusko Label Liga. Dieron un golpe sobre la mesa la semana pasada y en estas dos últimas regatas, pese a no conseguir la bandera, han ganado muchos enteros en su camino hacia la conquista de la Corona. Colocarles como los favoritos ya no es una temeridad. La tripulación preparada por Jon Salsamendi es la más regular en este inicio. Los puestos cambian de una regata a la siguiente y ningún rival está mostrando una consistencia que le permita aguantar el ritmo de Orio. En esa locura de posiciones, los aguiluchos volvieron a acabar segundos y Hondarribia, ganador el sábado en Santander, fue víctima de la igualdad entre los aspirantes y cayó hasta el cuarto lugar. Otro buen fin de semana para la San Nikolas. Más puntos a su botín y una ventaja que ya es de siete puntos. Todo lo contrario que Urdaibai. El vigente campeón de la liga sigue haciendo aguas y en Lekeitio acabó en séptima posición.

zierbena tampoco brilla Fue una regata muy técnica, de detalles constantes. El mar estuvo lejos de ofrecer toda su ferocidad. Apareció calmado y con una pequeña ola. Encontrar la mejor enfilación fue un quebradero de cabeza y gobernar las ligeras ondulaciones fue decisivo. La tanda de honor fue reflejo de esta situación. Santurtzi y Orio acertaron y Hondarribia y Zierbena se hundieron. Los galipos salieron de su calle descaradamente, probaron algo diferente para intentar cambiar la tendencia de una regata que no les era favorable hasta el momento y el remedio no surgió efecto. Zierbena quedó descartado y su batalla fue contra la Ama Guadalupekoa y contra Donostiarra, que finalmente acabaría siendo tercero gracias a su buen papel en la segunda tanda. Fue un duro golpe para los pupilos de Juan Zunzunegui, que se dejaron una buena cantidad de puntos al ser superados también por los hondarribitarras en la txanpa final.

Los mazazos anteriores no hicieron mella en la confianza de Santurtzi. Su ambición se mantuvo intacta y su hambre por ganar no hizo más que crecer. La Sotera no se acobardó en Lekeitio y desde las primeras paladas presentó su candidatura. Salió con mucha fuera, tratando de aguantar el máximo tiempo posible en la proa de la regata. Zierbena respondió al órdago santurtziarra hasta poco más de la primera y solo Orio pudo mantenerse con opciones hasta el final. Aunque en el segundo largo un abismo se abrió entre los oriotarras y Santurtzi. Fue una ola infinita, casi imperceptible desde fuera, pero que Juan Mari Lujambio logró pescar para no dejarla escapar hasta la ciaboga. Impulsada por la fuerza del mar, la Sotera voló y Orio no encontró ninguna ola que pudiera servir de respuesta.

Esta situación obligó a Orio a variar su táctica. Le tocó remontar otra vez más, pero su intento volvió a caer en saco roto. La única asignatura pendiente de una cuadrilla que hasta el momento está dominando casi todas las situaciones. Los oriotarras tuvieron que realizar el último ataque antes de lo esperado y en el tercer largo empezaron a dejarse el resto para intentar colocarse a la par. En busca de acertar en popare y poder cruzar la meta en primer lugar. La ventaja llegó a reducirse hasta los cinco segundos. Sin embargo, la bandera era ya morada. Santurtzi mantuvo su inercia hasta la meta y terminó por sacar de punto a Orio, que en los metros finales pagó el esfuerzo y llegó a dejarse catorce segundos en meta.