Las medallas se acumulan en su casa desde hace seis años y su futuro en el mundo de la equitación se antoja brillante. Aiora Gerekiz, la joven amazona de Larrabetzu de 11 años de edad, acaba de culminar un año espléndido al certificar la conquista de la triple corona: campeonato de Bizkaia, de Euskadi y de España.
En este sentido, el último metal de oro se lo colgó el pasado fin de semana en Mungia, en el campeonato de Bizkaia de salto de obstáculos. Aiora superó con destreza la barrera situada a un metro y diez centímetros de su categoría con su inseparable yegua Baila Du Veillon.
Desde hace dos años forman un binomio inseparable y, a pesar de que el equino venía de superar una lesión que le apartó de la competición durante más de un mes, en el campeonato vizcaino volvieron a demostrar la complicidad que han establecido. “Entre ellas hay un vínculo especial, hacen un binomio muy bueno y los resultados se están viendo”, relata su madre Eider Etxeandia, la culpable de inculcarle la pasión por el mundo ecuestre.
De cara a la próxima temporada, Aiora ya se fija nuevos retos. La integrante del Centro Hípico Aretxalde de Lezama y discípula de Pello Elorduy ha empezado a probar este año el salto de obstáculos a 1,20 metros. “Ha participado en algunos concursos estatales y no le ha ido mal, creo que va a poder tener opciones”, vaticina Eider. Además, aunque por edad todavía le correspondería competir en la categoría alevín, es probable que Aiora dé el salto a infantil. “Es un gran reto. La dificultad técnica es mayor y los obstáculos están más elaborados”, expone su madre, quien confía en que su hija siga disfrutando de este mundo. “Siempre le digo: haz lo que sabes y disfruta. Confía en tu yegua, que ella confía en ti”, detalla.
Ese es el camino que le ha tratado de inculcar desde que tenía 3 años, cuando Aiora se montó por primera vez en un caballo junto a su madre. “A mí siempre me ha apasionado el mundo ecuestre, sobre todo el vínculo del trabajo diario más que las competiciones. Acudí a algunas, pero cuando Aiora empezó, le apuntamos a una hípica porque tenía claro que no quería ser su instructora, madre e hija es algo que no suele funcionar bien”, detalla.
Pronto le empezaron a ver habilidades sobre el caballo y a los 7 años comenzó a despuntar en varios campeonatos. La temporada pasada compaginó las pruebas de ponis y de caballos y ha formado exitosos binomios con equinos como Titan, Uclade du Rocmet o Calie du Beulieu. Tras una exitosa campaña, Aiora mantiene su ritmo de entrenamientos y ya piensa en próximos objetivos como la siguiente edición del campeonato estatal. Mientras tanto, también se divierte jugando al fútbol en el equipo del pueblo.