Cuando uno evoca a Panpi Ladutxe siempre amanece una sonrisa en su boca. Era especial, un genio. Ha fallecido este martes por la noche después de una larga enfermedad según ha confirmado en sus redes sociales, Xabier Euzkitze. Tenía 66 años. Siempre se le recordará en el mundo pelotazale. El azkaindarra fue una rara avis que abrió camino en los frontones.

Era hijo del campeón Joseph Laduche. Debutó en pared izquierda a los 26 años, el 25 de junio de 1981, en Haro, ya hecho, después de haber transitado por el trinkete. Fue campeón del mundo en 1974 en Montevideo. Tenía 19 años.

GRAN CARISMA

En el 77 retó en un desafío a Juan Ignacio Retegi, seis veces campeón del Manomanista y primer navarro en soportar la corona. Se reconvirtió y encontró su lugar. Polifacético. Figura. En un territorio construido para manistas fuertes y tradicionales, Panpi trajo sus posturas y su descaro para enamorar al público. Panpi era especial. Su juego era el de la plaza, el de la diversión, el del desparpajo.

Después llegaron manistas como Pablo Berasaluze, que siempre calificó a Panpi como su ídolo. El de Azkaine destacó cuando había un ramillete de campeones en liza que se llevaron la mayoría de loas en el campo individual: Julián Retegi, Joxean Tolosa o Ladis Galarza. Es decir, nombres marcados en oro en la historia manista.

Pero la valentía de Ladutxe le granjeó un gran atractivo con el público. Su zurda mágica, dueña de un millón de arabescos y de un gancho terrible, le abrazó al espectáculo. Pocos como él entendieron que la pelota a mano también era un escenario, que había que experimentar, degustar, disfrutar y hacer disfrutar. Vivir al fin y al cabo, porque Panpi amaba lo lúdico por encima de todas las cosas. Su carisma marcó a toda una generación. Era único.

DOS CAMPEONATOS DE PAREJAS

La chistera de su mano izquierda y el apoyo de Joxean Tolosa acabaron por regalarle dos Campeonatos de Parejas. En el 87, el de Amezketa llegaba de haber perdido su primera final del mano a mano con Retegi II (22-12) y su primera final del Parejas junto a Alustiza ante Bergara II-Martinikorena (22-15). Empastaron en una combinación clásica: pegador y artista. Triunfaron. Se llevaron el cetro en el Atano III de Donostia -entonces Anoeta- ante Alustiza-Galarza III (22-14).

La temporada siguiente, Ladutxe también llegó a la final, en esta ocasión con Martinikorena (campeón en 1985 y 1986). Cayeron ante Retegi II-Errandonea (22-16).

Una campaña después, se volvió a apostar por Ladutxe-Tolosa. Y no fallaron. Segundo cetro. Se encontraron con dos supercampeones como Retegi II-Arretxe, ambos poseen la Triple Corona -Cuatro y Medio, Manomanista y Parejas-. El duelo, apretado, acabó con un 22-18 que dejó un gran sabor de boca en el público que se congregó en el Atano III.

MENTOR DE ESTRELLAS

Se retiró en 1994 y comenzó a explorar la pelota en Iparralde. Reclutó a dos chavales talentosos como Sébastien Gonzalez e Yves Xala para la causa.

A base de entrenamientos, incluyendo alguna pelota pesadísima que se convirtió en leyenda -le grosse-, les cambió el paso. Repitieron el camino: del trinkete a la pared izquierda. Ambos se convirtieron en figuras.

El primero debutó en 1998 y alcanzó la gloria en el Cuatro y Medio de 2009, que ganó a Martínez de Irujo (22-18). El segundo se estrenó en 2000 y se embolsó cuatro txapelas de Primera (Parejas de 2002, 2007 y 2010 y Manomanista de 2011) en nueve finales.

BERTSOLARI Y MÚSICO

Además, salpimentó su carrera llena de éxitos en el frontón con una gran pasión: la música. Fue bertsolari y sacó tres discos como cantante. Estuvo siempre muy implicado en la cultura vasca en Iparralde.Renacentista: lo hizo todo. Y todo bien. Goian bego.