Bilbao - "Estoy muy contento", recita Esteban Gaubeka (Armintza, 1977). El pasado viernes conquistó su sexta txapela del Individual (2004, 2005, 2008, 2010, 2018 y 2020) y se encuentra a un paso de hacer historia en la pala profesional. Empató con Pablo Fusto en el listado histórico y únicamente está por delante Óscar Insausti, con siete.

La pasada campaña disputó la final del Individual contra Ibargarai y cayó en cinco jokos y más de hora y media de batalla. El viernes, en cambio, se cobró la revancha ante el navarro en tres sets (8-10, 4-10 y 7-10). ¿Fue más fácil de lo esperado?

—Visto el resultado y con el antecedente del año pasado, sí. Cuando salí a la cancha, estaba tranquilo, concentrado y con ganas de hacer bien las cosas. De hecho, me han preguntado ya por el último tanto -un dos paredes- y ni me acordaba. Me sentí físicamente muy bien y relajado.

Ya comentaba al término de la semifinal ante Pablo Fusto y en la elección de material que se estaba encontrando con un poso de serenidad en sus últimas citas importantes. ¿Considera que fue una cuestión fundamental?

—Sí. Creo que el aspecto mental ha sido importante. Afronto ahora los partidos vitales con otra tranquilidad. Quizás también influye la dinámica de que últimamente estoy ganando bastantes txapelas. Eso da tranquilidad. Eso no quita que no tenga ese runrún en la previa y el día del partido. Eso sí, se me olvida cuando empiezo a calentar y entro a la cancha. Más que nada, considero que me he preparado sabiendo el guion a seguir. Estoy aprendiendo a controlar la tensión.

¡Quién le iba a decir a usted después de 17 años en profesionales y tantas txapelas que iba a seguir aprendiendo cosas en la pala!

—Así es. Nunca es tarde. Me encuentro a gusto y me encanta jugar. Estoy muy contento. Espero seguir así.

Además, Imanol Ibáñez -exprofesional- actuó como su botillero desde el rebote ¿no?

—El año pasado también me acompañó y nos quedamos sin la txapela por un solo tanto. Creo que nos lo debíamos. Me hacía ilusión también ganarla por él. Imanol me conoce y es idóneo para llevarme. Es tranquilo, buen pelotari y sabe mucho de pala. Se lo agradezco un montón, porque se ha volcado.

No pierde su ambición.

—No me gusta perder a nada y mucho menos en el frontón. Siempre quiero ser el mejor. Es buena la tensión, la ambición, porque quiere decir que te importa. Estoy a tope porque me exijo el máximo.

En la elección de material se le consultó sobre la sexta txapela del Individual y puso el foco en el partido ante Ibargarai únicamente. Cosechó su sexta txapela, empatando con Fusto, y únicamente les queda por delante Óscar Insausti, con siete.

—Antes de los partidos prefiero no hablar de ello. Es una superstición. Sin embargo, para mí es todo un orgullo estar con dos fenómenos como Fusto e Insausti. Óscar siempre ha sido un ídolo para mí. Le vi en el Deportivo, pero nunca pude jugar contra él. Insausti dominó en su época, pero en nuestro caso hemos coincidido dos palistas muy igualados que nos hemos llevado seis cada uno. Además, hemos convivido con Luján, Imanol, Ibai Pérez o Ibargarai. Eso no quiere decir que quite ningún mérito a Insausti. Me llena de orgullo estar ahí con ellos.

¿Le da vueltas a todo lo que ha ganado durante los 17 años de profesional?

—Sí. Es algo que gusta, pero tampoco quiero mirar hacia atrás, porque me queda mucho por mirar hacia delante. Me quedan txapelas por ganar. No me quiero quedar anclado en el pasado. Ya contemplaré todo cuando me retire. Ahora quiero seguir disfrutando y, si se puede, ganar más títulos.

Tiene cuerda para rato.

—A ilusión y competitividad no me va a ganar nadie. Estoy a gusto en el frontón. Los de casa están disfrutando conmigo. Quizás he perdido velocidad, pero no dependo demasiado de la pegada, porque soy más técnico. Es un don que tengo. Últimamente, tras superar los problemas en el hombro, me siento muy bien.

¿La txapela del Individual ya tiene su hueco?

—Está en el cuarto de casa de mis padres, que es donde he dejado todas las txapelas desde que era un chaval, excepto algunas que he regalado, cosa que no le hace mucha gracia a mi padre. Casi no queda pared, pero seguiremos ampliándola si hace falta.

pelota a mano

Un mano a mano "más selectivo"

Novedades. El Campeonato del Manomanista, cuyo inicio está fijado en la primera semana de abril, llegará esta campaña con novedades. Para empezar, el número de pelotaris se reducirá -en 2019, cada operadora presentó ocho-. "Esperamos un torneo más selectivo", dicen desde las promotoras. Además, aunque no está decidido, la medida de poner la pasa en el seis y medio, que se probó en Tolosa, es para "tener en cuenta". Aspe montará dos previas: Peio Etxeberria pugnará con Rezusta (próximo día 19, en Larraintzar) y el ganador se enfrentará Darío (próximo día 29, Logroño). Al de Ezcaray le arrabatan su plaza fija como campeón de Segunda.