Estados Unidos tomó una buena ventaja en la primera jornada de la Ryder Cup en la que llevó al marcador su superioridad en el campo. La mayoría de sus jugadores estuvieron muy metidos, a un nivel alto o notable y patearon muy bien, mientras que la mayoría de los de Europa flojearon más de lo esperado, sobre todo algunos de sus referentes por experiencia, y estuvieron discretos en los greenes donde se marcaron las diferencias. Jon Rahm, en cambio, cumplió con su papel y logró el primer punto de su carrera en la Ryder en el formato de parejas junto a Sergio García. Y por la tarde, empató con Tyrrell Hatton ante DeChambeau y Scheffler.

Eran las siete de la mañana en Whistling Straits cuando Jon Rahm y Sergio García salieron al campo en el primer partido de los foursomes para medirse a Justin Thomas y Jordan Spieth, la pareja más sólida de Estados Unidos. El de Barrika ya había perdido contra ellos hace tres años en París cuando formó dúo en la segunda jornada con Ian Poulter y ayer se tomó la revancha. La primera pareja que dispuso Padraig Harrington, que sacó sus mejores elementos, funcionó perfectamente ya que se combinaron la precisión del castellonense con los hierros y el acierto del vizcaino con el putt. Así, lograron llegar con tres hoyos de ventaja al 10, lo que les permitió contener el intento de remontada de los estadounidenses. El 15 fue clave porque García anuló la ventaja de sus rivales con un gran putt desde siete metros, mientras que Spieth falló desde tres metros y Europa cogió de nuevo tres hoyos de ventaja a falta de tres por jugar.

En el resto de los partidos, el dominio de los estadounidenses fue claro porque los jugadores europeos fallaron demasiado en los greenes. Johnson y Morikawa, otra pareja de gran nivel, fueron demasiado sólidos para Casey y el debutante Hovland, que dominaban en el 4, pero fueron a menos. Westwood y Fitzpatrick perdonaron demasiado a Koepka y Berger y cedieron en los segundos nueve hoyos. Pero la mayor decepción fueron Poulter y McIlroy, una pareja con mucho recorrido en la Ryder, que arrancaron fallando por todas partes y se vieron cinco abajo en cinco hoyos ante Schauffele y Cantlay. Conceder esa ventaja a unos rivales tan consistentes hizo el intento de reacción de los europeos, que recortaron a tres hoyos, fuera tardío e inútil ya que los americanos apenas fallaron.

Por la tarde, con un viento mucho más fuerte a orillas del Lago Michigan y la presencia entre el público de Michael Jordan y Stephen Curry, Europa salió con presión porque los fourballs es el territorio de los estadounidenses, sobre todo en un campo largo que premia a los pegadores. Ninguna pareja repitió y Rahm formó con Hatton ante dos tipos que rompen la bola. El barrikoztarra no estuvo tan brillante como a la mañana, aunque la tarea era complicada porque había que contener a la bestia californiana. Como ejemplo, el hoyo 5, un par 5, en el que los europeos hicieron sendos birdies, pero lo perdieron porque DeChambeau hizo eagle tras mandar su primer golpe a 380 metros de distancia.

El partido, en el que no hubo renta mayor de un hoyo, fue casi un duelo entre Rahm y DeChambeau, con Hatton y Scheffler tratando de sumar para desequilibrar la balanza. Con empate, en el hoyo 12 Rahm rozó el hoyo en uno y dejo la bola a medio metro. Pero el estadounidense respondió con un golpe idéntico que enardeció aún más al público de Whistling Straits. Los anfitriones tomaron la delantera en el hoyo 15, en el que los europeos hicieron sendos bogeys, y ya no hubo opción de darle la vuelta, aunque Hatton, con un gran segundo golpe, logró rascar media punto en el 18.

Fue el duelo más interesante porque los otros tres se decantaron pronto. Johnson, muy inspirado todo el día, y Schauffele no dieron tregua al apagado Casey, que no metió un putt, y el debutante Wiesberger, que desperdició en los greenes su excelente inicio. Un brillante Tony Finau y Harris English también dominaron a Lowry y McIlroy, que no tuvo ninguna opción en sus dos partidos porque apenas ofreció en todo el día nada de su mejor versión, esa que Europa necesita como el comer. En el último partido, Fleetwood y Hovland se complicaron la vida al fallar algunos putts asequibles cuando llevaban ventaja clara y al cierre de esta edición estaban empatados y trataban de sumar al menos un punto para su equipo ante Cantlay y Thomas.