Leylah Fernandez se convirtió en la primera semifinalista del US Open. La canadiense, un día después de cumplir 19 años, eliminó a Elina Svitolina (6-3, 3-6 y 7-6) en un duelo de gran calidad tras hacer lo mismo con Naomi Osaka y Angelique Kerber en rondas anteriores y prolongó la rebelión de la juventud en el último Grand Slam del año. Porque hoy buscará alcanzar la penúltima ronda Emma Raducanu, la británica de 18 años que se dio a conocer en el último Wimbledon al llegar a la cuarta ronda y que en Nueva York aún no ha perdido un set en siete partidos desde la previa. Su rival será Belinda Bencic, la última campeona olímpica.

Fernandez, hija de un ex futbolista ecuatoriano, ya tiene un título WTA en su palmarés, este año en Monterrey, y ayer martes jugó un partido extraordinario, con una variedad de golpes y una madurez impropias de su edad, para vencer a una de las jugadoras más consolidadas del circuito. La canadiense se medirá a Sabalenka o Krejcikova para seguir con su sorprendente camino.

El cuadro femenino también se ha sumado a la ola que ha provocado Carlos Alcaraz en el masculino. El murciano de 18 años jugó en la madrugada de ayer martes ante Felix Auger-Alliasime, otro jugador nacido en este siglo, que solo tiene 21 años. El ganador se medirá a Daniil Medvedev, que ayer cumplió el pronóstico y selló su pase a semifinales al vencer en cuatro sets al neerlandés Botic van de Zandschulp, que no es tan joven, pero se ha estrenado este año en los Grand Slams. Tras un año extraño, en el US Open ha brillado y se ha destapado la generación que llega después de la Next Gen, el futuro ha llamado a las puertas del tenis.