José Luis Korta regresó a Kaiku con la intención de echar una mano, de poner sus conocimientos al servicio del club sestaoarra y ser un apoyo para Miguel Ruiz, que había remado con él en etapas anteriores. Sin embargo, los acontecimientos provocaron una situación que el de Ortzaika ni esperaba ni quería. El entrenador de la Bizkaiatarra fue destituido y de un día para otro Korta tuvo que hacerse cargo de la tripulación, que deberá adaptarse lo antes posible a todo lo sucedido y afrontar desde hoy el Campeonato de España y su reto de llegar al play-off de la ACT.¿Cómo vivió la decisión tomada por la directiva de Kaiku?

—No era mi intención que ocurriera lo que ocurrió. Mi idea era ir a echar una mano. Iba a estar dentro de la motora y entre los dos sacar el proyecto adelante. No me esperaba esto. Al final, yo tampoco quedo bien, ya que vengo a echar una mano y ahora se le da de baja al otro. Esto es lo que no quería yo. Es un tío con experiencia en la mar y con él dentro y yo en la motora creo que íbamos a hacer mejor las cosas. Nos dieron la noticia el otro día cuando fuimos a entrenar y fue una sorpresa para mí y también para muchos remeros.

Su intención era formar equipo con Miguel Ruiz.

—Así es. La intención era trabajar los dos. Lo primero que les dije era que venía a ayudar. Quería estar detrás de él y echar una mano. Mi ilusión es ayudar en lo que pueda. No quería que hubiera ningún rollo malo, ni quería quitar el puesto a nadie ni que le echaran. Si hubiera sabido que esto iba a pasar, igual no habría venido. Si antes de llegar yo le dan de baja, es otra cosa, pero esto que ha pasado es lo que no me gusta a mí. Ha surgido por lo que sea, les dije que les iba a echar una mano y ahora me siento obligado a estar aquí.

¿Qué sensación le dejó todo lo vivido?

—La noche siguiente a saberlo me la pase entera dándole vueltas. No creo que sea mi culpa. A mí me llamaron para echar una mano y la primera vez fue el propio Miguel. La semana pasada me llamó la directiva también, pero si no me llega a llamar antes Miguel no me habría presentado. Estuvimos los dos en la motora y la cosa iba bien. Veíamos cosas entre los dos. Pero ha pasado esto y es la leche.

¿Cómo se tomaron los remeros la decisión de la directiva?

—En el momento hicimos un entrenamiento bonito. Estuvimos en la mar y la gente estuvo concentrada. Pero luego me dijo Miguel que la mayoría habló con él y, al igual que para mí, fue una sorpresa.

Le toca conocer a un nuevo grupo de remeros con la temporada ya empezada.

—Cuando llegué había mucha gente que no conocía, aunque luego otros sí que habían remado antes conmigo. Son gente que tiene ilusión y que no ha tenido la suerte de ganar todo lo que hemos ganado otros y están motivados. Creo que hay un equipo bueno y tengo el reto de ver si somos capaces de mejorar. Pensaba que entre los dos podíamos hacer más. Hay cosas que se pueden corregir porque son gente de muchos clubes, cada uno viene de una escuela diferente y no es lo mismo que sean un grupo que salgan todos de la misma cantera con la misma remada. Pero capacidad de trabajo hay y ahora toca conseguir resultados. Si lo logramos estaremos contentos todos.

¿Con qué objetivo llega a Kaiku?

—Ya antes de la regata de Getaria había estado un par de días y me llamaron el otro día y les dije que venía sin ningún compromiso. Vine con la intención de ayudar, a ver si Kaiku puede entrar en el play-off, que es su objetivo. Kaiku tiene que estar arriba, pero mira también cuántas tripulaciones históricas que han estado ganando en la ACT están ahora aquí. Pasa en todos los deportes, que si no haces las cosas bien te ponen en tu sitio. Ahora vamos a intentar entrar en el play-off y será difícil porque hay por lo menos seis botes ahí arriba y luego Orio y Deusto también te la pueden liar y a nada que se pierda se es quinto o sexto. No nos podemos descuidar y tenemos que estar en la cabeza porque alguno siempre va a fallar. Tenemos que estar al cien por cien.

¿Es complicado llegar a un club con la temporada ya empezada?

—Esto es lo bonito, ahora en verano andar en la motora es muy fácil, lo difícil es el trabajo de invierno. El frío, la lluvia, pesas, correr... Ahora con buen tiempo das un paseo, unos gritos y llegas a casa afónico. Mientras pueda echar una mano lo vivo con ilusión. No es solo ganar. También el que anda detrás pelea por no ser último. Hay veces que se lucha por ser el primero y otras por cosas diferentes. Ahora nuestro objetivo es el play-off, que será complicado. Pero ese es el objetivo del deportista, no hay nada fácil. Trabajar, trabajar y trabajar. Luego hay veces que llevas la cosecha y otras te dan en el morro.

¿Cuál es la clave para mantener la ilusión por ganar después de haberlo conquistado todo?

—La satisfacción es más por la gente que va dentro. Casi disfrutas más cuando haces algo desde fuera que cuando vas dentro. Cuando vas dentro parece que has ganado tú, pero estando fuera y habiendo empujado a la gente a ganar me ha dado mucha más satisfacción.

"Lo primero que les dije era que venía a ayudar. Quería estar detrás de Miguel Ruiz y echar una mano"

"Si antes de llegar yo le dan de baja, eso es otra cosa; pero todo esto es lo que no me gusta a mí"

"Estar fuera de la trainera y haber empujado a la gente a ganar me ha dado mucha más satisfacción"