Jon Rahm afronta desde hoy The Open Championship con un nuevo estatus en el golf mundial. Ya es un ganador de major después de imponerse el mes pasado en el US Open y eso le convierte inmediatamente en un jugador a seguir. Incluso en las rondas de prácticas como la de ayer miércoles que compartió en Royal St. Georges con Dustin Johnson, Bryson DeChambeau y Phil Mickelson y que fue un anticipo de lo que puede ser esta semana el major más antiguo y con más solera, que regresa al calendario después de la pausa del año pasado por la pandemia. La última vez que este campo del sureste de Inglaterra acogió The Open fue en 2011 y se lo llevó Darren Clarke.

Siempre seguidor de la huella de Seve Ballesteros, el de Barrika busca el torneo que empezó a hacer grande la figura del golfista cántabro, ganador tres veces de The Open Championship, la primera en 1979. Además, Rahm, de alcanzar el triunfo, la Jarra de Clarete y el título de Campeón Golfista del Año, podría entrar en el selecto grupo de 31 jugadores que han conquistado más de un grande en el mismo año; en el aún más reducido de quienes han ganado el US Open y The Open de forma consecutiva: Bobby Jones, Gene Sarazen, Lee Trevino, Tom Watson y Tiger Woods, el último en 2000; y, al final, sumarse al trío de quienes han levantado sus dos primeros majors en dos citas seguidas: Craig Wood, Bobby Locke y Jordan Spieth.

Otros datos avalan la candidatura de Jon Rahm. Nadie ha acabado entre los diez primeros en los tres grandes de este año y el vizcaino acumula un séptimo puesto en el Masters, un octavo en el PGA Championship y la victoria en el US Open. En las últimas doce rondas que ha disputado, acumula un total de 44 golpes bajo par, ha hecho birdie o mejor en más de un 30% de los hoyos y nunca ha estado por debajo del undécimo puesto. Además, según un estudio del portal especializado Twenty First Group, Rahm es el jugador con mejores registros en los campos links, como Royal St. Georges, en la última década.

condiciones cambiantes

Pero los números no hacen ganar porque hay que adaptarse al campo y jugar lo mejor posible en un recorrido y unas condiciones que, como bien sabe Rahm, pueden cambiar de un día para otro e, incluso, de la mañana a la tarde porque las jornadas son larguísimas ya que empiezan a las siete y media de la mañana y se prolongan hasta cerca de las nueve de la noche. Ya lo dicen los lugareños: "En Saint George's, pegado a la costa, una tormenta de lluvia y viento puede estar envolviendo a los nueve primeros golfistas, y luego puede abrirse el cielo, salir el sol y agobiar a los nueve últimos en saltar al recorrido". El campo es muy ondulado, los greenes están blandos y, como en todos los links, hay bunkers que parecen ollas y muchos tiros a ciegas. El barrikoztarra saldrá hoy a las 11 de la mañana de Euskadi con dos ganadores de The Open: el irlandés Shane Lowry, defensor del título, y el surafricano Louis Oosthuizen, campeón en 2010 y rival de Rahm hasta el último hoyo en el US Open.

Los seguidores británicos han acogido con ganas el regreso de su major y, como ha ocurrido en la Eurocopa y Wimbledon, habrá público en el recorrido con 32.000 espectadores diarios. Y eso que el covid sigue presente en el deporte mundial y ha provocado la renuncia de varios jugadores, entre ellos tres notables, ganadores de majors, como Bubba Watson, Zach Johnson y Hideki Matsuyama. Además, varios asiáticos han decidido saltar The Open para viajar con tiempo a Tokio.

la cifra

31 han ganado más de un major en el mismo año. De ellos, cinco lograron enlazar el US Open y The Open: Bobby Jones, Gene Sarazen, Lee Trevino, Tom Watson y Tiger Woods.