Jon Rahm y Ryan Palmer tendrán que estar muy finos hoy en el TPC Louisiana si quieren revalidar el triunfo en el Zurich Classic de Nueva Orleans. Su vuelta de ayer acabó en siete golpes bajo par, igual que en la primera jornada, pero debió y tuvo que ser mejor en un día del movimiento en el que, en la modalidad de fourballs, muchas parejas alcanzaron registros muy bajos para comprimir al máximo la clasificación. El barrikoztarra tuvo que cargar con todo el peso porque su compañero tuvo una jornada alejado de la inspiración y contribuyó bien poco a la necesaria suma de birdies, ni siquiera en el hoyo 18 cuando un gran segundo golpe le dejó a Palmer un putt de tres metros para eagle que no pudo convertir para acortar la distancia con el liderato. Antes, Rahm, que perdió aquí la calle desde el tee por primera vez en toda la vuelta, había asegurado el birdie final con un gran approach y una vuelta conjunta de 65 golpes.Esa fue la tónica de todo el día ya que el número 3 del mundo se anotó seis de los siete birdies de la pareja. El estadounidense solo logró uno en el hoyo 3 y, probablemente, de haber estado más fino podrían haber firmado un registro extraordinario. Ryan Palmer visitó también dos veces el agua en el 16 y el 17, lo que dejó toda la presión a Jon Rahm en dos hoyos delicados. El de Barrika falló otro putt asequible de menos de tres metros en el penúltimo, por lo que ambos se dejaron un par de golpes en ese tramo final que quizás puedan echar de menos hoy cuando necesitarán la mejor versión de los dos. Desde luego, no les bastará con los 71 golpes que firmaron el viernes también en foursomes.

Rahm y Palmer no arrancaron mal con dos birdies en los tres primeros hoyos. Otro de los lastres que arrastraron fue que se dejaron los pares 5 del hoyo 2 y del 11, dos oportunidades para que al menos uno de los dos hiciera birdie. El vizcaino enganchó tres birdies seguidos entre el 6 y el 8, pero su compañero no terminaba de coger vuelo. Asi, pasaron seis hoyos sin poder recortar golpes, algo que comprometía sus opciones en una jornada en la que hubo cuatro vueltas de nueve bajo par y varias de -8. Rahm embocó un gran putt en el 15 para cortar la racha y después llegó ese tramo final que les dejó con un sabor agridulce porque pudo ser más productivo y les dejaba a merced de varias parejas que podían bajar sus registros.

Así, la mitad de las 33 parejas en liza tras el corte están metidas en apenas cuatro golpes, lo que eleva la emoción de cara a la jornada decisiva que se jugará en la modalidad de foursomes, golpes alternos, lo que no hace fácil que se produzcan resultados bajos. Los surafricanos Louis Oosthuizen y Charl Schwartzel son los líderes tras una gran segunda mitad del recorrido y a un golpe quedaron los bombardeors estadounidenses Tony Finau y Cameron Champ y los australianos Marc Leishman y Cameron Smith. Este último ya sabe lo que es ganar el torneo en su primera edición por parejas, así que su candidatura debe ser tenida en cuenta. Rahm y Palmer tendrán que acercarse a su record de foursomes en este campo con 65 golpes y quizás no sea suficiente para ganar.

Tercera jornada