La semana pasada, el Comité Olímpico Internacional anunció la desaparición de los 50 kilómetros marcha del programa olímpico. Esta disciplina, presente junto al pebetero desde 1932, no estará en París 2024. Es decir, los de Tokio serán sus últimos Juegos. Y eso, para el abanderado vasco de la marcha, un Mikel Odriozola (Errenteria, 1973) que ha vivido tres citas olímpicas -Sidney, Pekín y Londres- es "una mala noticia". Con todo, y aunque esta decisión ya le pilla retirado, el atleta guipuzcoano es optimista y cree que su deporte sabrá adaptarse a los nuevos tiempos, conquistar a las audiencias y regresar al panorama internacional.

¿Qué opina de la decisión del COI de eliminar la prueba larga de marcha del programa internacional?

—No es la mejor noticia porque mi carrera deportiva ha estado casi siempre enfocada a los 50 kilómetros marcha. Así que para mí no es ni bonito ni agradable porque, aunque es verdad que se necesita un cambio, no sé si es este. Además, la polémica no solo surge por la exclusión de la marcha, sino por la inclusión de otras disciplinas que te deja la sensación de que el COI está más al tema de las audiencias que al espíritu olímpico y al deporte.

¿Qué quiere decir?

—No quiero decir que el skate o el breakdance, por ejemplo, no sean deportes. Pero el otro día leí en un medio que los Juegos parecían Eurovisión y puede que tenga razón. La imagen que se está trasladando no es buena ni para el deporte ni para el olimpismo. En ese aspecto, esta decisión no es la mejor noticia para la marcha; pero sí que veo bien la idea de intentar cambiar y mejorar. Sobre todo porque las circunstancias sociales han cambiado. Los 50 kilómetros marcha requieren de un volumen de trabajo y sacrificio muy alto y actualmente la juventud está reñida de alguna manera con el esfuerzo.

También habla de que las audiencias marcan el programa olímpico.

—Vivimos en un mundo tecnológico y el hecho de que una prueba dure 4 horas en la tele supone mucho gasto. Cuando un deporte supera las 2 horas deja de ser rentable. Y eso está pasando factura a la marcha. Eso y los cambios sociales son fundamentales en la decisión del COI.

¿Reducir la distancia a 35 kilómetros e incluir una prueba mixta ayudaría a salvar la marcha olímpica?

—Sí. La alternativa de los 35 kilómetros es buena porque reduciría el tiempo en televisión y el volumen de trabajo y sacrificio sería menor. Al final todo esto es a la carta. ¿Qué pide el COI? ¿Que dure menos? Pues 35 kilómetros. ¿Que sea una prueba mixta? Pues toma mixta, que chicos y chicas compitan a la vez y se pueda puntuar por equipos. Todos estos cambios son buenos porque así se consigue tiempo para que la tecnología entre en este deporte para hacerlo más vistoso y espectacular.

¿Cómo puede ayudar la tecnología a la marcha?

—Al final se busca espectáculo. Se busca ese Eurovisión. Así que incluir la tecnología supondría un punto de inflexión para dar vistosidad a este deporte. Pero tampoco se debería de dejar todo a la tecnología porque entonces se pierde la esencia. Acabaría siendo solo espectáculo, no sería ni deporte, ni sacrificio, ni espíritu olímpico. Ahora hay muchos intereses, se va tras el dinero y por eso quitan atletas y quitan pruebas. ¡Cómo vas a quitar a los atletas si los atletas son los que te dan y hacen los Juegos!

Usted fue a los 50 kilómetros marcha de tres Juegos Olímpicos -Sidney, Pekín y Londres-. ¿Qué hubiera sido de su carrera sin estas tres citas olímpicas?

—Para un deportista ir a unos Juegos es lo máximo, el culmen de su carrera. Y yo he tenido la suerte de poder estar en tres. Además, cada uno fue totalmente diferente. Fueron en tres continentes distintos así que pude ver tres formas diferentes de entender el espíritu olímpico. Está claro que sin los Juegos, mi vida deportiva tendría esa sombra de no haber podido poner la guinda del pastel a mi carrera porque para una atleta los Juegos son lo más importante.

La noticia de que la prueba larga de marcha se quita del programa olímpico le pilla retirado, pero ¿qué hubiera pasado por su cabeza si siguiera en activo y los de Tokio fueran los últimos Juegos de su disciplina?

—Me lo replantearía. Además, siempre me han dicho que los 35 kilómetros sería una buena distancia para mí porque tengo el récord de España de 30, así que podría haber sido mi prueba ideal (risas). Pero hablando en serio, habría que amoldarse un poco. Hay que ser positivos e intentar mejorar la prueba porque los 50 seguirán existiendo en otros sitios; pero siempre hay que seguir trabajando para mejorar los resultados.

"El otro día leí que los Juegos parecían Eurovisión y puede que sea verdad porque al final solo se busca el espectáculo"

"Esta decisión no es lo mejor para la marcha, pero necesita un cambio porque vivimos en un mundo tecnológico"

¿Que el COI quiere que dure menos? Pues 35 kilómetros. ¿Que quiere prueba mixta? Pues prueba mixta"