bilbao - Txema Olazabal es feliz cada año que pasa esta semana en el Augusta National. Ahora que lo hace por el puro placer de disfrutar del golf en su campo favorito, aún más. El hondarribitarra cumple estos días una doble celebración. Ayer se cumplieron 25 años de su primer triunfo en el Masters en 1994, uno de los mayores éxitos de la historia del deporte vasco, cuando superó por dos golpes a Tom Lehman. “Me demostré que podía ganar allí”, ha comentado. Y hoy hará veinte años de su segunda chaqueta verde, la de 1999, tras aventajar en dos golpes a Davis Love III. Esta tuvo para Olazabal tuvo un significado mucho mayor y la disfrutó mucho más ya que llegó tras superar un largo periodo de problemas físicos que le hicieron pensar que “no iba a poder jugar más al golf”.

Su debut en el Masters tuvo lugar en 1985 y compartió su primera vuelta con Arnold Palmer, una de las leyendas del golf. Desde entonces, ha acumulado miles de recuerdos, de vivencias y de golpes que estos días ha tenido que rescatar con emoción. Liberado de presión y sintiéndose querido y respetado por sus rivales, el objetivo de Txema Olazabal para este año es “tratar de pasar el corte y hacer un resultado digno”. - R. Calvo