Bilbao - Mientras hay vida, hay esperanza. Sobre este axioma parece que se rige la forma de actuar del Gernika Rugby. Los basurdes se encuentran desde hace semanas en el precipicio. Colistas de la Liga Heineken desde el comienzo de la temporada, los pupilos de Nicolás Martínez no se dan por vencidos. Sueñan con escapar de la quema y ayer, en Villajoyosa, mostraron que van a vender caro un posible descenso de categoría. Los forales ganaron ayer a domicilio a un rival directo como el C.R. La Vila (20-27), penúltimo de la clasificación, a seis puntos del Gernika, que tiene un partido menos que los alicantinos.

El encuentro comenzó de la mejor manera posible para los gernikarras, que castigaron con tres golpes de castigo los errores locales. El quince de La Vila se repuso a la situación y protagonizó veinte minutos muy contundentes para llegar al descanso con ventaja en el marcador. Pero parece que la charla del entrenador del Gernika en los vestuarios hizo su efecto, porque los basurdes, conscientes de que debían sacar algo positivo de Villajoyosa, echaron el resto.

Con varios fases estáticas muy precisas de los hombres más adelantados del Gernika y un acertadísimo Matías Frutos con el pie, los basurdes lograron la remontada. De esta manera, el conjunto vizcaino sigue soñando con mantener la categoría. Todavía queda liga por delante y hay que recordar que el Gernika tiene que jugar un partido aplazado, contra el Complutense Cisneros, que tiene que visitar Urbieta. El próximo partido de los basurdes será contra el Hernani, que el próximo fin de semana visitará la villa foral. - DEIA