La vida sin Usain Bolt es complicada. Jamaica, hasta hace poco clara dominadora de las pruebas de velocidad gracias a la influencia del relámpago de Trelawny, tocó ayer fondo al quedarse fuera de la final olímpica del relevo 4x100 de los Juegos de París veinte años después. Ni siquiera por tiempos pudieron colarse los caribeños entre los ocho mejores, lo que reafirma la crisis que atraviesa en una prueba de la que fueron campeones en Londres’2012 y Río’ 2016 con un equipo profundo para acompañar a Bolt con Asafa Powell, Yohan Blake o Nesta Carter, entre otros. En 2008 también ganaron, pero después fueron desposeídos del oro por el dopaje de Carter.
Hace tres años en los Juegos de Tokio, Jamaica acabó cuarta, superada por equipos con los cambios mucho más trabajados, con un tiempo de 37.84. Ayer jueves, con la ausencia del lesionado Obligue Seville, hicieron 38.45 con un cuarteto formado por Ackeem Blake, Jelani Walker, Jehlani Gordon y Kishane Thompson, el subcampeón de los 100 metros. Las sucesivas entregas del testigo en una carrera caótica fueron a cual peor, pero esta vez no estaba Bolt para recuperar la desventaja y China, Francia y Canadá acabaron por delante en su semifinal.
El desempeño de los atletas caribeños fue un desdoro para el país que aún tiene el récord del mundo con 36.84, logrado precisamente en la final de los Juegos de Londres. Tampoco en los dos anteriores Mundiales pudo Jamaica atrapar uno de los metales, así que la crisis es evidente, pese a la irrupción de Kishane Thompson en un equipo que se ha entrenado antes de los Juegos en Alcobendas.
Estados Unidos, que no se lleva el oro olímpico en el relevo corto masculino desde Sidney’2000, parece decidido a recuperar esa hegemonía y destronar a Italia. El cuarteto norteamericano, sin Noah Lyles entre ellos, terminó con el mejor tiempo de los ocho clasificados con 37.47.