Francia es una de las favoritas para llevarse la que sería la tercera Eurocopa de su historia (1984 y 2000) y, por lo tanto, está llamada a liderar el grupo D, donde le esperan Países Bajos, Austria y Polonia. El conjunto dirigido por Didier Deschamps es candidato a todo por plantilla, por trayectoria y por historia. Aunque no por fútbol. De hecho, el técnico galo siempre ha sido cuestionado por imponer la practicidad en una generación con estrellas de la talla de Kylian Mbappé, Antoine Griezmann y Ousmane Dembélé. De esta forma, sobra decir que el nuevo jugador del Real Madrid será la gran estrella de Francia, así como toda una sorpresa que no se convierta en el mejor jugador de esta edición de la Eurocopa.

Con todo, aunque Francia está llamada a conquistar un título que se le enquista desde el 2000, la subcampeona del mundo deberá primero hacer valer su condición de favorita. Porque el grupo que le ha tocado no es sencillo. En él se encuentran unos Países Bajos que deben hacer suya la segunda plaza, en plena reconstrucción del prestigio perdido en las últimas grandes citas. Los cuartos de final del pasado Mundial fueron el primer paso y ahora toca verificarlo al amparo de hombres como Virgil Van Dijk, Nathan Aké y Memphis Depay. Austria también llega con ganas a esta Eurocopa y, gracias a un bloque competitivo, aparece un escalón por encima de una Polonia que se encuentra ante el último baile de un Robert Lewandowski que llega tocado.

Países bajos

‘La Naranja’ quiere volver a ser mecánica

De Jong cayó lesionado a tres días de la Eurocopa. DPA vía Europa Press

Tras una época de la que nadie quiere hablar en Países Bajos, la selección naranja va recuperando poco a poco su reputación internacional. Lejos quieren dejar esas ausencias en la Eurocopa 2016 y el Mundial 2018, su época más oscura; y prefieren agarrarse a la plata de la Nations League de 2019 o al pasado campeonato del mundo, cuando solo la ganadora Argentina supo mandarles para casa en cuartos. Ahora, al mando de Ronald Koeman en su segunda etapa, La Oranje quiere dar un paso adelante y no descarta incluso dar la sorpresa y liderar el grupo por delante de Francia. Aunque ahora parezca complicado superar a Les Bleus. Motivos para soñar tienen, sobre todo porque no solo están ante su mejor generación desde esa que casi le arrebata a España el Mundial de 2010, sino porque además llegan a esta Eurocopa en el óptimo momento de cocción. Cabe destacar que los puntos fuertes están en su retaguardia, donde destacan la jerarquía y la experiencia de los defensas Virgil Van Dijk, Daley Blind y Stefan de Vrij; y las ganas de Matthijs de Ligt y Nathan Aké. En la línea del medio del campo tampoco van mal de nombres con Xavi Simons y Joey Veerman. Aunque también hay que nombrar el gran hueco que deja la ausencia de Frenkie de Jong, baja de última hora por recaer de unos problemas en el tobillo que lleva arrastrando toda la temporada. Con todo, donde deben de atinar más es en un ataque que necesita como el comer los goles de un Memphis Depay al que Koeman siempre saca lo mejor, el desborde de Cody Gakpo y la velocidad de Denzel Dumfries.

Con todo, el rédito que puede sacar Países Bajos de esta Eurocopa es todavía una incógnita puesto que a dos días del inicio de la competición perder a De Jong no entraba en sus planes. El mediocentro no solo era el faro de la selección neerlandesa, sino también la extensión de su técnico sobre el césped. Así, huérfanos de líder, todo parece indicar que el peso del estrellato recaerá sobre Depay, que tampoco viene de una campaña sobresaliente. El delantero del Atlético de Madrid no ha tenido todo los minutos deseados con el Cholo Simeone y este curso solo ha disputado 31 encuentros–casi todos saliendo desde el banquillo–, en los que ha marcado 9 goles. A pesar de ello, en el país de los tulipanes son optimistas porque a pesar de las bajas, se clasificaron para la Eurocopa con seis triunfos en ocho partidos: solo perdieron los dos disputados ante Francia –también coincidieron con ella en el grupo previo a la Eurocopa–. Dicho de otra manera, en este grupo D huele a vendetta.

Francia

Mbappé, el gallo del corral

Todo lo bien que se le ha dado a Francia los últimos Mundiales, ganó el de 2018 y fue subcampeona en el último, es proporcional a todo lo mal que se les ha dado a Les Bleus las últimas Eurocopas. La selección gala fue sorprendentemente eliminada en los octavos de final de la pasada Eurocopa por Suiza, que consiguió el petardazo en los penaltis. Por ello, los de Didier Deschamps no quieren más sustos y afrontan esta nueva cita con los pies en el suelo. Lo que les hace, si se puede, todavía más favoritos para conseguir la que sería la tercera Eurocopa de su historia. Porque ahora Francia no solo quiere ganar, quiere imponerse. Pasar el rodillo. Dominar. Y para ello basa toda su estrategia en su gran estrella, en el jugador llamado a dominar el fútbol del presente y del futuro: Kylian Mbappé. Porque el nuevo jugador del Real Madrid es el gallo entre los gallos y todo el juego francés gira en torno a él. Así quedó demostrado en el pasado Mundial, cuando Argentina arrolló a los de Deschamps en la final y tuvo que agarrarse al 10 galo para no morir ahogado. Mbappé le metió tres a los sudamericanos, pero quien iba a decirle que un hat-trick no le garantizaba salir campeón.

A pesar de ello, Francia se planta en la Eurocopa de Alemania con varios campeones del mundo en sus filas: Mbappé, Ousmane Dembélé, Antoine Griezmann, Olivier Giroud, N’Golo Kanté… Son los nuevos veteranos ante la marcha de ilustres como Hugo Lloris, Raphael Varane, Paul Pogba o Karim Benzema. De la salida de míticos que dejan un gran hueco que deben llenar los jóvenes como Barcola, Zaïre-Emery o los también madridistas Camavinga y Tchouaméni. Porque Francia baila al ritmo que impone Mbappé, pero tampoco oculta que tiene otros 24 jugadores que también se pueden marcar cuando quieran un buen tango. Y es que Deschamps ha compuesto una selección de un gran físico, de buen trato de balón y de una ambición que da mucho miedo. Solo le queda saber cómo gestionará su condición de favorito en un grupo que no se antoja nada sencillo.

Polonia

A la espera de Lewandowski

Lewandowski se perderá al menos el primer partido. Piotr Nowak

Polonia fue la última selección que se clasificó para esta Eurocopa. Lo consiguió a los penaltis, tras una agónica tanta contra Gales. Entonces, el guardameta Wojciech Szczesny fue el héroe y todo parece indicar que ahora, ya en la competición continental, será el futbolista a seguir. Y es que su verdadera estrella Robert Lewandowski –su capitán, su máximo goleador con 85 dianas y su jugador con más internacionalidades de la historia– sufrió un desgarro en el gemelo en el último partido de preparación de Polonia que casi le deja fuera de la Eurocopa. Casi. Porque hace falta mucho más que unos problemas físicos para alejar al delantero del Barcelona de la que será su última gran cita con Polonia. Por ello, aunque parece que en los dos primeros partidos del grupo, esos que les enfrentarán ante Países Bajos y ante Austria, Lewandowski los verá desde la grada; sí que parece que podrá llegar al último, al de Francia.

Además, la de Lewandowski no es la única baja a la que tendrá que hacer frente Michał Probierz porque el seleccionador polaco tuvo que sustituir a tres días de comenzar la Eurocopa a Arkadiusz Milik por un problema en la rodilla y a un Karol Swiderski que se lesionó mientras celebraba un tanto. Así pues, sobra decir que Polonia se jugará con Austria el objetivo de ser uno de los mejores terceros de grupo y, tras estas nuevas informaciones, ya parte con desventaja. A su favor juega que se trata de la última oportunidad de una generación ya veterana encabezada por Lewandowski y Szczesny.

Austria

Sabitzer y la generación más competitiva

No cabe duda de que es Marcel Sabitzer el jugador más conocido de la selección de Austria, pero sería un error creer que el volante ofensivo es el único capaz de romper un partido. Porque Ralf Rangnick ha conformado la Austria más competitiva en décadas. Tanto que no solo está en disposición de arrebatarle la tercera plaza del grupo a Polonia, sino que también puede darle algún que otro susto a Francia y a Países Bajos si estos salen demasiado relajados. Es cierto que el combinado alpino tiene grandes ausencias como la del madridista David Alaba, que formará parte del cuerpo técnico del equipo; pero gracias a una generación que brilla en la Bundesliga tiene licencia para soñar.

De esta forma, la columna vertebral de Austria la conformará Sabitzer, el centrocampista del Bayern de Munich Konrad Laimer y el mediocampista del Leipzig Christoph Baumgartner. Tres jugadores que, además, atraviesan un excelente momento de forma y aportan experiencia y calidad al conjunto austriaco. Así pues, se trata de un equipo de claro corte ofensivo que, por ello, puede pasar muchos apuros en defensa. Ahí, la responsabilidad de pararlo todo recaerá en Kevin Danso. Además de eso, ojito con Christoph Baumgartner.