Una selección alemana que, por nombres propios y por ejercer de anfitriona, centra todos los favoritismos pero que lucha contra la enorme decepción de sus últimas tres puestas en escena en grandes torneos internacionales; la siempre aguerrida y peleona Escocia, rebosante de voluntad y buenas intenciones pero sin saber lo que es celebrar una victoria en esta competición desde la ya lejanísima edición de 1996; la Hungría de Marco Rossi, que disputa su tercera Eurocopa consecutiva después de verse fuera de los eventos continentales y mundiales desde 1986; y Suiza, una escuadra veterana, compacta, preparada para dar más de un disgusto a cualquiera que se despiste lo más mínimo y ha tomado por costumbre desde hace ya muchos años no quedarse anclada en las fases de grupos.
Así se presenta el Grupo A de la Eurocopa, una pugna en la que sobre el papel el combinado que dirige Julian Nagelsmann debería llevar la voz cantante sin ningún tipo de discusión pese a la importante zozobra que ha vivido durante los últimos años, con las otras tres selecciones en liza pugnando por ocupar la segunda posición o, en el peor de los casos, arañando puntos para ser uno de los cuatro mejores terceros que obtengan el billete para avanzar hasta los octavos de final.
Alemania
Propósito de enmienda tras las decepciones
Desde que se abrazara a la gloria ganando el Mundial de 2014 en Brasil para dos años después caer en las semifinales en la Eurocopa, Alemania va de decepción en decepción cada vez que comparece en los grandes torneos internacionales. En los Mundiales de 2018 y 2022 no fue capaz ni siquiera de pasar de la fase de grupos, mientras que en el último torneo continental su viaje tocó a su fin en octavos de final al caer contra Inglaterra por 2-0. Se presenta en esta Eurocopa con claro propósito de enmienda aunque sus últimos años tampoco han sido en absoluto sencillos, hasta el punto de que en septiembre del año pasado Hansi Flick, nombrado recientemente nuevo entrenador del Barcelona, se convirtió en el primer seleccionador alemán de la historia en ser despedido con una dolorosa derrota por 1-4 en un amistoso contra Japón como gota que colmó el vaso.
La llegada al cargo de Julian Nagelsmann revitalizó parcialmente a la Mannschaft –victorias en marzo ante Francia y Países Bajos–, pero las dudas no se han disipado del todo a pesar de la transición parcial llevada a cabo por el técnico, que paulatinamente ha ido prescindiendo en sus convocatorias de jugadores con notables galones en tiempos no tan lejanos como Leon Goretzka, Mats Hummels, Niklas Süle o Julian Brandt. A esta Eurocopa llega con una base de jugadores muy reconocible, pero como otras selecciones de renombre sufre la incógnita del hombre gol en la punta de lanza. El reciente empate a cero contra Ucrania no ha hecho más que subrayar esa sensación de ausencia de colmillo, aunque desde dentro de la concentración de la selección hacen lo posible para despejar las razonables dudas. “Nuestro último encuentro contra Ucrania fue muy bueno. Hacía mucho tiempo que no veíamos un 0-0 tan bueno, pero lo que faltaba eran los goles y eso es lo que podemos aprender del Real Madrid”, apuntó Antonio Rüdiger.
Con veteranos de gran solidez como Manuel Neuer –la portería es otro posible foco de polémicas si las cosas no van bien dadas, con Marc-Andre Ter Stegen calificando esta misma semana su suplencia de “muy decepcionante”–, un Toni Kroos en su último servicio al fútbol antes de colgar las botas tras una magnífica carrera, Ilkay Gundogan, Joshua Kimmich, Leroy Sané o el propio central del Real Madrid y jóvenes valores que tienen que ir cogiendo mucho peso específico en el fútbol mundial de la próxima década, sobre todo Jamal Musiala (Bayern Múnich) y Florian Wirtz (Bayer Leverkusen), Alemania debería ser sobre el papel una de las grandes favoritas para optar al título de campeón, pero sus últimos tropiezos en los grandes escenarios provocan que incluso desde la propia concentración opten por un discurso rebosante de prudencia. “Tenemos que ser humildes. Todos sabemos lo que pasó en los torneos pasados. El camino para llegar aquí tuvo altibajos. Lo importante es jugar un muy buen primer partido –debutará el próximo viernes ante Escocia– y luego ver qué pasa en el resto del torneo” argumentó Rüdiger. Tendrán muchos ojos puestos en su rendimiento y la presión podría pasarles factura si no consiguen arrancar con buen pie.
Escocia
Mucha voluntad, pero falta eficacia
Por su fútbol aguerrido, por su pelea sin cuartel a pesar de que muy pocas veces tiene la oportunidad de saborear alegrías en los grandes torneos internacionales, por su brutal conexión con la Tartan Army que, una vez más, volverá a proporcionar colorido y animación a sus partidos desde las gradas... Hay muchos motivos por los que sentir simpatía por Escocia, una selección que aterriza en esta Eurocopa ejemplificando eso de tener mucho que ganar pero muy poco que perder. Analizándolas con frialdad, sus expectativas no son en absoluto elevadas atendiendo al hecho de que el pasado lunes rompieron una racha de siete encuentros sin conocer la victoria... al batir a Gibraltar por 0-2. Tampoco los antecedentes invitan precisamente al optimismo. En sus tres participaciones en Eurocopas pretéritas nunca ha sido capaz de superar la primera fase y su última victoria data del 18 de junio de 1996, con un 1-0 ante Suiza.
A las órdenes de Steve Clarke, dos nombres propios volverán a ser los grandes referentes de Escocia y de sus sueños de hacer historia: Andrew Robertson y Scott McTominay. El lateral izquierdo del Liverpool tiene en su selección más galones para recorrer su banda y su incansable motor es una de las principales bazas de los suyos. Por su parte, el centrocampista del Manchester United es amo y señor a la hora de confeccionar juego y de asomarse al área rival pues el colectivo agradece su capacidad para dar pausa y aportar criterio con el balón en los pies. El joven Billy Gilmour (Brighton) y el curtido John McGinn (Aston Villa) aportan también aplomo y mordiente a la medular de un equipo con muchas incógnitas en la delantera.
Además, las lesiones y los problemas físicos de un buen puñado de jugadores han debilitado todavía más los esquemas de Clarke. Sin Nathan Patterson ni Aaron Hickey el perfil derecho del juego queda muy tocado. También echarán muchísimo de menos a Lewis Ferguson, centrocampista con mucho gol y uno de los pocos jugadores escoceses que brillan lejos de las islas, en su caso en el Bolonia de la Serie A.
Hungría
Algo más que el talento de Szoboszlai
Tras una larguísima ausencia de la primera plana del panorama futbolístico, Hungría ha encontrado en las Eurocopas –disputa la tercera consecutiva– un buen ecosistema para mostrar su crecimiento de los últimos años con Marco Rossi sentado en su banquillo. Todavía le falta bastante camino por recorrer, pero su fase de clasificación, acabando primera de grupo por delante de Serbia, Montenegro, Lituania y Bulgaria sin perder ningún partido, demuestra que su capacidad competitiva ha ganado muchísimos enteros en los últimos tiempos.
El combinado magiar orbitará alrededor del talento del centrocampista del Liverpool Dominik Szoboszlai, un jugador con un excelente golpeo de balón tanto a la hora de ejecutar las faltas como en jugada, al que se le suma un buen núcleo de jugadores que van ganando terreno en las grandes ligas continentales, sobre todo en la Bundesliga. Peter Gulacsi y Willi Orban (Leipzig), Attila Szalai y Roland Sallai (Friburgo) y Andras Schafer (Unión Berlín) aportan, junto a Loic Nego y Adam Nagy, capacidad competitiva a un colectivo al que, como ocurre con otro buen puñado de selecciones, le falta un referente sólido y fiable en la delantera.
Suiza
Capacidad para complicar muchas vidas
Suiza lleva más de una década acostumbrada a que sus participaciones en los grandes torneos internacionales no tengan caducidad en la fase de grupos. En la última Eurocopa le costó avanzar hasta las eliminatorias (tercera de grupo), pero en octavos de final fue capaz de eliminar a Francia en los penaltis, mientras que en cuartos cayó contra España en un encuentro que se resolvió también mediante el lanzamiento de penas máximas. Jugadores como Granit Xhaka, que volverá a ser clave en las aspiraciones de los de Murat Yakin, o Manuel Akanji han tenido durante el presente ejercicio importante peso específico en conjuntos de gran trayectoria como el Bayer Leverkusen o el Manchester City y se mantienen también piezas con gran experiencia a sus espaldas en estas lides como Ricardo Rodriguez, Fabian Schar o Xherdan Shaqiri. Gran parte de sus aspiraciones dependerán del estado físico de dos jugadores que han militado esta temporada en el Mónaco. Denis Zakaria ha entrado en la lista definitiva a pesar de que todavía no ha podido trabajar con el resto del grupo, mientras que el delantero Breel Embolo parece ir algo más avanzado en su proceso de recuperación. Será muy complicado ver a alguno de los dos en un momento de forma óptimo. Ojo con Noah Okafor.