El Barakaldo prosigue su camino en medio de una crisis que, aunque haya abierto una vía de agua en la línea de flotación del club, no amenaza la continuidad de la institución. Así lo afirma Jesús María Isusi, presidente de la entidad, que ha querido aclarar para DEIA algunos equívocos surgidos tras la Asamblea celebrada el pasado lunes.

Tal como explica el presidente de la gestora, el club maneja una previsión de déficit de en torno a los 134.000 euros en este ejercicio, debido sobre todo a la reducción de ingresos que ha supuesto la pandemia Sin taquillas, con menos patrocinadores, con menos socios, la entidad de Lasesarre ha dejado de ingresar en torno a 278.000, que solo gracias a “apretarse el cinturón”, tal como lo define el presidente, se ha visto reducido a esos 134.000 de agujero en las arcas, que incluyen los 41.000 euros de nómina de la plantilla deportiva del presente mes de junio y que serán abonados en octubre, toda vez que se acordara con los jugadores dicha prórroga en el pago.

Así pues, el Barakaldo arrastrará ese déficit en la próxima campaña pero no quedan ahí las obligaciones de los fabriles en dicho curso. Por otro lado, está el convenio singular firmado con el mayor acreedor -la Seguridad Social-, que asciende a un total de 287.000 euros a abonar en cuatro anualidades de 71.000 cada una. A ello se suman otros 19.000 del crédito ordinario, con lo que la cantidad a amortizar la próxima campaña arroja un total de 224.000, que, según Isusi, “a través de negociaciones es probable que se queden en 200.000”.

Por ello, el mandatario pone como ejemplo un presupuesto de 500.000 euros para la próxima temporada. “Si logramos elaborar un presupuesto de medio millón, solo podríamos gastar 300.000, con lo que tendríamos un presupuesto medio en Tercera”.

En cualquier caso, el mandatario sigue creyendo que la única solución pasa por la conversión a SAD. “Trabajamos por atraer inversores del propio pueblo. Confiamos en el tirón del Barakaldo”, concluye.