YER se cumplió una década del debut de Urko Vera (Bilbao, 1987) con el Athletic, el momento más especial en la carrera de este delantero que acaba de retornar al lugar en el que empezó todo, al equipo en el que marcó sus primeros goles. Casi 14 años después de su marcha y tras defender los escudos de otros 16 clubes, entre ellos el rojiblanco durante media campaña, el de Txurdinaga ha vuelto al Santutxu. "El único que queda es el presi, Mitxelo, pero la esencia es la misma. Sigue siendo un club trabajador, humilde y familiar. Los chavales siguen subiendo del juvenil y Marquitos, que lleva de entrenador desde poco después de irme yo, les saca filo. Los jóvenes intentan continuar sus carreras y los mayores tratan de ayudarles, además de jugar y sacar resultados", explica antes de añadir un detalle entre risas: "Lo que ha cambiado es que ahora el viejo soy yo".

La suya ha sido una de las seis salidas que se han dado en enero en el Portugalete y no ha dudado a la hora de elegir nuevo destino. "El Portu quería un cambio y traer nuevos jugadores. No me dijeron que no contasen conmigo, pero que si quería tenía la opción de salir. Veía que no estaba jugando todo lo que me gustaría. Cuando firmé en verano tenía claro que de allí me iba a marchar a Mallona. Ha sido antes de lo esperado, pero estoy contento", indica el espigado ariete. El pasado domingo ya tuvo minutos ante la Real C en Zubieta. Nada más entrar, asistió a Lander González en el 0-1, pero acabaron cayendo 2-1. "Fue en una falta. Tenía opción de remate pero vi más fiable dar el pase y salió bien. Pensé que ganábamos, pero tuvimos un par de desajustes y se fastidió", lamenta quien considera como objetivo acabar la primera fase entre los seis mejores y así "no tener ni que plantearnos pelear por la salvación".

Los bilbainos, en el subgrupo A de Tercera, son sextos con 19 puntos, tres más de los que suma su rival de mañana, un Tolosa que visita Mallona con un partido menos y entrenado por Mikel Arruabarrena, con el que compartió ataque en el Eibar. "Es a vida o muerte. En teoría, se van a pelear por el sexto puesto con nosotros", reconoce quien saboreó un ascenso a Primera con el cuadro armero en 2014 y otro con Osasuna en 2016. Supusieron "dos experiencias preciosas", pero al quedarse con un instante de su carrera, lo tiene claro. "El debut en San Mamés. Es el sueño de cualquier vizcaino o del 95%. Luego hay un 5% que se ha equivocado de equipo", subraya con su habitual tono bromista. Ocurrió el 5 de febrero de 2011, cuando sustituyó a Muniain en un 3-0 ante el Sporting. Acababa de llegar al Athletic, con ficha del filial, tras marcar 13 goles con el Lemona en Segunda B entre septiembre y enero. A las órdenes de Joaquín Caparrós, participó en cinco duelos ligueros, todos partiendo desde el banquillo, y firmó una diana que rescató un punto en el descuento en Getafe.

El curso siguiente llegó Marcelo Bielsa, que apartó de los entrenos a un grupo de jugadores con los que no contaba. Entre ellos, Vera. "La situación fue fea. Tanto él como la directiva deberían haber tenido más tacto, porque el Athletic no es un club cualquiera. Son circunstancias que pasan, como en la vida, que no es sencilla, y hay que afrontarlas y salir de ellas. Me hizo más fuerte", valora. Se queda con lo positivo. "Sin el Athletic, igual no hubiera logrado lo que he logrado. Hizo que me forjase una carrera que sin esos seis meses no hubiera hecho", destaca quien, además de brillar en equipos como Hércules o Mirandés, tuvo la oportunidad de jugar en Corea del Sur, Rumanía e Inglaterra. "La de Corea fue la más complicada porque cambia mucho la vida. Fui solo y se hizo duro estar tan lejos. Es difícil adaptarse, parece que te llevan a otro mundo. Pero también es bonito. No cambiaría esa experiencia", recuerda.

El Urko que ha vuelto a Mallona tres lustros después confiesa haber cambiado "muchísimo". "Cuando salí de aquí era un gallo de la leche, pensaba que me iba a comer el mundo, y el mundo me estaba comiendo a mí. Ahora soy bastante más maduro y tranquilo. La cresta de gallo está desaparecida ya", bromea quien no se plantea la retirada. "Por ahora no lo pienso. Me encanta ir a entrenar, estar con los compañeros, competir, marcar goles€ El día que vea que hay que echarse a un lado lo voy a echar de menos".

"¿El mejor momento de mi carrera? El del debut en San Mamés, es el sueño de cualquier vizcaino"

Jugador del Santutxu