La Copa del Mundo que la selección española ganó hace diez años, en Sudáfrica’2010, derrotando en la final a Holanda con un gol de Andrés Iniesta en la prórroga, fue expuesta ayer en la plaza de Colón en un acto organizado por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y el Ayuntamiento de la ciudad y cargado de nostalgia.

En la céntrica plaza madrileña, donde hace diez años los hombres dirigidos por Vicente del Bosque celebraron el título, los aficionados pudieron fotografiarse durante todo el día con el trofeo, expuesto en una vitrina. También se acercó Ángel María Villar, presidente de la RFEF en aquellos días de gloria. Dispuesto a hacerse una foto con el preciado trofeo, Villar guardó cola, como un aficionado más, ataviado con una gorra y con la pretensión, al parecer, de pasar desapercibido. Sin embargo el speaker de la RFEF, Carlos Moreno, El Pulpo, encargado de amenizar el acto, notó su presencia y así lo comunicó al público allí presente. Villar terminó haciéndose fotos con los hinchas además de saludar a varios empleados de la RFEF que conocía de su largo periplo presidencial.

Coincidiendo con la efemérides, Villar concedió además una entrevista al diario Marca reconociendo el protagonismo en la denominada mayor gesta del deporte español en la historia a jugadores y técnicos, pero reclamando a la vez su cuota de responsabilidad en el gran triunfo, como responsable al menos de ser quien depositó toda la confianza en Vicente Del Bosque para el cargo del seleccionador.

El caso soule

El próximo 18 de julio se cumplirán tres años de la llamada Operación Soule, en la que Ángel María Villar, su hijo Gorka y el entonces vicepresidente económico de la RFEF, Juan Padrón, fueron detenidos por orden del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz acusados de corrupción entre particulares, estafa, apropiación indebida y administración desleal. Enviados a la cárcel de Soto del Real, de la que salió tras pagar la fianza, Villar optó por dimitir de sus cargos de vicepresidente de la FIFA y de la UEFA, y poco después el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) decidió destituir al dirigente vasco como presidente de la RFEF, cargo que ocupó ininterrumpidamente durante 29 años (1988-2017).

Villar siempre se ha declarado inocente de los cargos que se le imputan en un caso que continúa en fase de instrucción. La última noticia data del pasado mes de enero, cuando el juez Pedraz citó como imputado el entonces vicepresidente primero de la RFEF, Antonio Suárez Santana, y a una veintena de testigos relacionados con varios contratos.