bilbao - Estados Unidos contra Holanda. La triple ganadora frente a la aspirante a su primer trofeo. Goliat ante David en busca del Mundial de Francia. Para el combinado norteamericano sería coser su cuarta estrella al pecho; para el europeo, sin embargo, constituiría el mejor resultado de su historia; la primera. Ambos se miden esta tarde (17.00 horas/Stade des Lumieres) con la vitola de invencibles. Ningún equipo que se ha cruzado con ellos en este Mundial ha conseguido ganarles. Todos se marcharon a casa vencidos. Como le ocurrió a España en los octavos de final frente a las estadounidenses. Así que hoy tendrá lugar un partido único, inaudito, donde una selección recibirá justo en el encuentro más importante su única derrota en este Mundial.

Y el favorito para seguir invicto es Estados Unidos. El conjunto norteamericano defiende título, jugará su quinta final -nadie ha participado en más finales- y en su palmarés luce con orgullo un sinfín de récords. Atesora tres títulos mundiales (1991, 1999 y 2015) y ostenta una racha de 16 partidos invicto en este torneo. Claro que Holanda se ha plantado en la final para romper las apuestas. Para quebrar números y plantear una nueva historia. Porque el combinado naranja no tiene ni la tradición ni el éxito de su rival, apenas es su segunda participación en un Mundial, pero se ha erigido como la nueva oposición. La nueva fuerza que aspira y desea derrocar el despotismo estadounidense. Holanda es, desde 2017, la actual campeona de Europa; y quiere aprovechar su increíble camada de jugadoras para que la primera estrella luzca en su equipación.

La selección europea quiere acabar con la “arrogancia” de Estados Unidos, que por las declaraciones de sus futbolistas, parece estar celebrando el título mucho antes de ganarlo. “En los últimos días parece que básicamente se han dedicado a felicitarnos por ser segundas. Dejemos que digan lo que quieran. La final es un partido como cualquier otro: empieza con 0-0 y tendremos al menos 90 minutos para competir. Demostraremos en el campo cuánto deseamos ganar esta Copa del Mundo. Hablaremos después”, replicó la centrocampista holandesa Danielle van de Donk.

Con todo, las repetidas alusiones a su soberbia o a su altanería, habituales en el último mes, no han alterado el sentir en el vestuario de los Estados Unidos. Subrayan públicamente su favoritismo porque así es como lo sienten y si mencionan la conquista como único objetivo es porque siempre compiten para ganar. Su coronación, de hecho, es el escenario más lógico atendiendo a la estadística: su capacidad goleadora dobla a la de su próximo oponente -24 a 11 tantos a favor-, habiendo encajado ambos tres goles en todo el campeonato.

Además, Holanda sufrió para ganar en su semifinal a Suecia, conjunto que precisamente ayer se llevó la victoria ante Inglaterra (1-2) en el partido por el tercer y cuarto puesto.

El Mundial más exitoso Ocurra lo que ocurra en la final de esta tarde, gane Estados Unidos o gane Holanda, el Mundial de Francia se cerrará como el más exitoso de la historia del fútbol femenino. Así lo constató Gianni Infantino, presidente de la FIFA: “Esta Copa del Mundo ha sido fenomenal, increíble, emocionante, apasionante, fantástica, genial, la mejor de la historia”. Por ello, Infantino admitió que su objetivo es aumentar “el número de participantes a 32 para 2023”.