BILBAO. El jugador de 34 años ha explicado su decisión en una rueda de prensa celebrada en el estadio de La Romareda, donde ha estado arropado por sus compañeros, a excepción de los lesionados Alberto Guitián, Álex Muñoz y James Igbekeme, miembros de la directiva y el presidente del club, Christian Lapetra.

Toquero ha agradecido el apoyo recibido por su familia, la afición y la profesionalidad de "todos los trabajadores" del club 'blanquillo' por estar pendiente de su estado físico "en todo momento", así como el "cariño" que ha adquirido de jugadores y seguidores de "todos los equipos" en los que ha militado (Deportivo Alavés, Sestao River, Eibar, Athletic y Real Zaragoza), ya que "sin ellos el fútbol no tendría sentido ni sería lo grande que es".

El atacante ha asegurado que, desde que se complicó la recuperación de la intervención quirúrgica a la que se sometió el pasado verano, ha trabajado para volver a pisar el césped. No obstante, unos meses después volvió a producirse un edema óseo que, según el diagnóstico que le trasladaron los médicos, "iba a dificultar" su regreso.

La idea de un posible retiro comenzaba a barruntar su cabeza, y finalmente, cuando hace unas semanas observó que no había remedio posible, arrojó la toalla.

Emocionado, el ariete vitoriano ha recalcado que, a pesar de que "este ha sido año muy difícil", no cambiaría ni un capítulo de su carrera, tan solo habría reescrito su final "desde un campo de fútbol en lugar de con una lesión". No obstante, ha asegurado que en su memoria siempre perdurará por encima de todo el cariño que ha recibido durante estos años en todos los lugares en los que ha estado.

En el mundo del fútbol aún resuenan grandes momentos que llevan su rúbrica, como el partido de vuelta de la semifinal de la Copa del Rey 2008-09 ante el Sevilla en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, donde el punta, defendiendo los colores del Athletic, marcó uno de los tres goles que llevaron a los leones directos a la final.

Por otro lado, el delantero recuerda con especial cariño su periplo en el equipo de su ciudad, el Deportivo Alavés, donde estuvo desde el verano de 2015 hasta el de 2017

En su primer año como babazorro, Toquero consiguió certificar el ascenso a Primera División y también obtuvo el mejor premio de su carrera: "ser padre". En el segundo volvió a disputar una final de Copa con el convencimiento de que a la tercera va la vencida, pero una vez más el Fútbol Club Barcelona volvió a interponerse en su camino hacia el trofeo (3-1).

A pesar de haber defendido la elástica zaragocista durante una campaña, el delantero ha destacado los "buenos momentos" que ha vivido en La Romareda, con un gran curso en el que se logró la tercera posición, y que solo faltó "redondear" con el ascenso a la Liga de las estrellas. "Se hicieron las cosas muy bien y la afición estuvo de diez. La única pega fue no haber logrado subir a Primera", ha admitido.

Aunque su estancia ha sido breve, el jugador ha dejado huella en el Real Zaragoza, motivo por el cual el club le ha rendido un breve homenaje con un vídeo de sus mejores jugadas portando el dorsal 23. Para finalizar, Lapetra le ha entregado un cuadro en el que aparece el ariete festejando un gol con su particular celebración, agitando la mano por delante de su cara.

Así, Gaizka Toquero pone el punto final a su carrera sobre los terrenos de juego, aunque su adiós al mundo del balompié no es definitivo. Su próximo objetivo es convertirse en agente de jugadores con el fin de "seguir disfrutando del fútbol desde otro punto de vista", ha concluido.