MADRID. Jakobsen, de 23 años, logró en la capital un doblete por delante de su gran rival, el irlandés Sam Bennett (Bora-Hansgrohe), en un apretado esprint que supuso la quinta etapa para su equipo en esta Vuelta y la 62 en la temporada. Entró en la pugna el español Jon Abersturi (Caja Rural Seguros RGA), cuarto.

Roglic, de 29 años, cruzó la meta en Cibeles como vencedor final, encabezando la fiesta eslovena, ya que la tercera del podio se la quedó su compatriota de 20 años Tadej Pogacar (UAE Emirates). Entre ambos el español Alejandro Valverde, de 39 años, quien alcanzó vestido con el maillot arcoìris de campeón mundial un segundo puesto que le permite sentirse "muy orgulloso".

La roja se fue a un pequeño país de 2 millones de habitantes que produce grandes talentos del deporte, que disfruta sobre todo con el baloncesto, cuya selección liderada por Luka Doncic es campeona de Europa.

Desde hora, el ciclismo se sube a la cresta del éxito gracias a Roglic, que cumple el sueño de poner su nombre en el palmarés de una grande, y a un talento como Pogacar que ha deslumbrado al mundo del pedal con 3 triunfos de prestigio en jornadas de montaña, además de obtener el maillot blanco de mejor joven.

SÉPTIMO PODIO DE VALVERDE EN LA VUELTA

Roglic, ganador de etapa en las tres grandes, fue cuarto en el Tour de 2018 y tercero esta temporada en el Giro. Tiene en su hoja de servicios triunfos en pruebas de tres semanas como la Vuelta al País Vasco y Tour de Romandía, pero le faltaba la guinda entre las más deseadas del World Tour.

Insuperable en la contrarreloj de Pau, sacó en la especialidad que le dio la medalla de plata mundial en 2017 una ventaja que luego supo guardar en pugna con los mejores en territorio de escaladores, donde no fue inferior a nadie.

Justo y esperado triunfo para un corredor al que no le gusta hacer ruido, que apenas ha pronunciado cuatro frases en las conferencias de prensa como líder durante 12 días y que ha preferido "sonreír en secreto".

Junto al ciclista de Zagorje ob Savi "Entre las montañas junto al Sava", se colocó Alejandro Valverde, segundo de la general y primer español durante toda la carrera.

El "abuelo" de los casi 40 años ganó una etapa, se hizo con los galones del Movistar ante Nairo Quintana y siguió ejerciendo como referencia del pelotón nacional. Inscribió en el libro de oro el séptimo podio en la Vuelta y el décimo en una grande.

Los españoles recaudaron 4 triunfos de etapa: Madrazo, Valverde, Jesús Herrada y Mikel Iturria, pero los datos globales no invitan al optimismo. El primer clasificado después de Valverde fue Marc Soler, noveno, antecediendo a Mikel Nieve. Un resultado que refleja sequía y futuro preocupante.

En las clasificaciones complementarias destacó el francés Geoffrey Bouchard (Ag2r) como rey de la montaña, Pogacar mejor joven, Roglic maillot verde por puntos y el Movistar mejor equipo de la ronda, con hito histórico incluido al ganar también la general en Giro y Tour por conjuntos.

La Vuelta terminó junto a la diosa Cibeles al anochecer, con algún eco del triunfo mundialista de la selección de baloncesto. Fueron 21 días de competición, que vieron alternancia de líderes hasta su mitad, hasta que un reloj eligió a Roglic como dominador. En ausencia de varias figuras del pedal, era el favorito y cumplió el pronóstico.

A PENSAR EN EL MUNDIAL

Para el recuerdo la irrupción de Tadej Pogacar, una joya de 20 años con aroma de campeón. Junto al colombiano Egan Bernal y el belga Remco Evenepoel puede animar la escena internacional durante años.

También sorprendió el batacazo del emergente ciclismo colombiano. Ni "Supermán" López, ni Nairo Quintana lograron entrar en el podio. Rigoberto Urán se retiró por una grave caída y el joven Sergio Higuita, de 21 años, ganó una etapa en Becerril en la que dejó su sello de gran esperanza.

Mientras, está a punto de llegar el Mundial de Yorkshire, previsto para el día 29. Otra cita para Valverde, que será de nuevo el jefe del equipo nacional. Tratándose del murciano, la temporada igual trae para España otra medalla de oro. Como la de los chicos del baloncesto.

PRIMOZ ROGLIC

Indiscutible ganador. Fue merecedor de un triunfo que cimentó su triunfo en la única contrarreloj individual de la carrera, la de Pau a mitad de carrera, de la que salió con una Roja que ya no abandonó. El esloveno se sobrepuso a una caída del Jumbo-Vusma ya en la primera etapa, la contrarreloj por equipos, y a partir de ahí estuvo siempre con los mejores. Antes de hacerse con el maillot de líder y después. Y, además, cuando pasó por apuros contó con ayuda externa. En la escapada en la que se metió Quintana, camino de Guadalajara, el salvó el Astana; y cuando se cayó en dirección a Toledo, le salvaron los jueces, que le permitieron enlazar tras coche. Aún así, el más fuerte y el más regular.

TADEJ POGACAR

La gran revelación. Ya había apuntado maneras ganador el Tour del Porvenir en 2018 y en el Algarve y California esta misma temporada. Pero lo de esta Vuelta ha sido brutal. Tres triunfos de etapa en tres escenarios de entidad: Andorra, Los Machucos y Gredos. En tres de las cinco principales jornadas de montaña de la carrera. Y las tres veces escapado. Su exhibición del penúltimo día sacando a Nairo Quintana del podio y amenazando incluso el segundo puesto de Valverde quedará como hito difícil de igual para un imberbe como él, que solo tiene 20 años. Pogacar, siendo ya presente, es el futuro.

ALEJANDRO VALVERDE

Eterno. Otro podio más para el 'Bala', que mejora con los años. Con 39 años completó una de sus mejores Vueltas. Como con 38 se vistió por primera vez de 'arcoíris'. Este año, además, salvó un ciclismo español a la baja y sin esperanzas a las que agarrarse que no sean para las de su sempiterno candidato a todo. Ganó una de las etapas más bonitas, en Mas de la Costa, y hasta amagó con buscar en la penúltima etapa la Roja. Pero la ventaja de Roglic era demasiada, el Mundial está a la Vuelta de la esquina y en él se quiere mantener de oro. Tocaba guardar fuerzas y ya estaba "encantadísimo" con su nuevo podio, su séptimo en La Vuelta. Sigue siendo la referencia.

LA DECEPCIÓN COLOMBIANA

Ni Nairo Quintana ni Miguel Ángel López estuvieron a la altura esperada. Y no fue porque no lo intentasen. Nairo se metió en aventuras en las que no acostumbra, pero de las que pudo sacar petróleo. Primero en un corte en la segunda etapa del que sacó un triunfo parcial en Calpe y una candidatura a la Roja. Y ya en la parte final en una escapada masiva hacia Guadalajara que le pudo dar su segunda Vuelta si no llega a tomar cartas en el asunto el Astana.

El equipo kazajo mantuvo la fe hasta el final, pero a su líder le fallaron las fuerzas y, otra vez, la suerte. No paró de amagar y atacar, pero una caída bajo el aguacero de Andorra anegó sus ilusiones y sus posibilidades. Y unas declaraciones incendiarias en las que metió de por medio a Valverde, un icono, le perseguirán en el tiempo.

El derrumbe el penúltimo día de Nairo y López, a los que reventó Pogacar, fue la imagen de un ciclismo que, no obstante, sigue amenazando con dominar en el futuro y que destapó otra perla: Sergio Higuita, vencedor en Becerril de la Sierra.

MOVISTAR

Para bien o para mal siempre protagonista. Claros y oscuros. Ganador por equipos para redondear el hito de ser el primer equipo en ganar esa clasificación en las tres grandes vueltas en una temporada. Un éxito, aunque de poco impacto. Más lo tuvo su movimiento en Escalona, enfilando hacia Toledo. El equipo telefónico tiró por delante del pelotón tras una caída del líder Roglic y el candidato López -según su director José Luis Arrieta, siguiendo el plan previsto-, y se desató una polémica que acabó con el Movistar y Miguel Ángel López pidiendo "disculpas". El equipo azul por su comportamiento en la carretera y el 'Supermán' celeste por sus palabras fuera de ella. Un segundo y un cuarto puesto en la general, más una etapa, no es mal motín. Pero comportamientos en carrera que resumió en Andorra Marc Soler con un feo gesto dan mala imagen. Que contrarresta Valverde, eterno icono popular.