"Ha sido un final magnífico, hemos hecho ciclismo como el que nos gusta. No tenía nada que perder, sé que no voy a ganar el Tour y que era difícil conseguir la etapa, pero estando a 6 segundos del amarillo, tenía que intentarlo. No me habría perdonado no hacerlo", aseguró el ciclista del Deceunnick.

"He visto que Tibaut estaba a mi rueda y nos hemos entendido bien entre franceses, aunque estemos en equipos diferentes", aseguró.

"Con un final así, sabía que tenía una oportunidad de recuperar el maillot amarillo, porque solo tenía que recuperar seis segundos. No era mucho tiempo, pero Giulio Ciccone es un buen corredor y eso me obligaba a correr riesgos, a atacar en el último puerto", comentó.

Alaphilippe aseguró que no conocía la carretera en la que atacó y que lo hizo "sin cálculos", dejándolo todo en la carretera.

"Será un gran orgullo vestir de amarillo el día de la fiesta nacional francesa", dijo.