bilbao - El oropel de Alejandro Valverde en Murcia, por tercera ocasión campeón de España después de vencer en Talavera de la Reina en 2008 y de repetir retrato en Cáceres en 2015, tuvo una rápida fecha caducidad. Su bandera rodeándole el pecho, como la cinta métrica que emplean los sastres para tomar medidas y coser un traje hecho a medida, le duró justo para la ceremonia del podio, cuando le impusieron el maillot de campeón. En la pompa de la coronación, el infatigable Valverde, que no para de ganar a cualquier edad (sumó su triunfo número 126), se elevó por encima de Luis León Sánchez (Astana) y Jesús Herrada (Cofidis). A Valverde le filmaron como campeón y le retrataron para el álbum de vencedores que toda foto de familia exige. En la carretera, con el Tour de Francia respirando a menos de una semana, -comienza el sábado en Bruselas- Valverde no podrá portar la singular casaca.

Deberá guardar la prenda en un cajón o en una vitrina, porque nada se impone al maillot arcoíris. “Es también una pena que no se pueda disfrutar por ahora de este maillot, pero no se pueden dejar pasar las victorias así como así”, expuso Valverde, que tuvo palabras de consuelo para Luis León, al que derrotó en el vis a vis a la puertas del hogar de ambos. “Llegaba con Luisle, que es un gran amigo mío, y siento que esta vez no haya podido llevarse el título”.

El triunfo del Bala, certera su puntería en la diana de los estatales, tendrá el aroma de la clandestinidad porque no podrá presumir de ello sobre el asfalto. Al menos hasta octubre, cuando se tiran los dados del Mundial de ciclismo. Si no repite gesta, mudará a campeón de España. Hasta ese momento, el murciano que no cumple años, -fue campeón con 39 y su máximo rival, Luis León Sánchez le combatió con 36- que solo sopla velas del triunfo y acumula celebraciones y festejos, seguirá paseando su vellocino de oro multicolor. Tal vez pueda decorar la bicicleta, que también va a juego del maillot arcoíris, o puede que detalle la zamarra en la bocamanga. Ese será su próximo objetivo tras su triplete.

A su consecución llegó a través de la lanzadera del Movistar, el equipo que dominó la prueba cuando Gorka Izagirre (Astana), el campeón saliente, puso en jaque a la muchachada de Valverde. “Con Gorka tan fuerte, hemos tenido que coger la responsabilidad tirando muy, muy fuerte”. El de Ormaiztegi, valiente y fuerte, se batió de manera formidable. Con el orgullo intacto. Izagirre elevó la voz junto a Carlos Barbero (Movistar) y Eloy Teruel (GSport). El trío hizo palanca y abrió hueco respecto al grupo, donde el Movistar manejaba la brújula. El guipuzcoano se empecinó y dejó a sus acompañantes.

la lucha de gorka izagirre Defensor del título, Izagirre protagonizó una enorme actuación en el circuito final, tanto en la zona sin relieve como en la subida al Santuario de la Fuensanta (1.000 metros al 8.2%). Izagirre, soldado a su montura, con el horizonte como punto de fuga, rozó los dos minutos de ventaja sobre el pelotón. Las alarmas taladraron los oídos entre los corredores del Movistar, que dispusieron la cadena de montaje a pleno rendimiento para esposar la rebeldía y la entrega de Gorka Izagirre. “Todo el equipo ha hecho un trabajazo y cuando se trabaja así hay que rematar; quiero darles las gracias a todos mis compañeros”, determinó el murciano. En el portal de la última ascensión afeitaron la ventaja del guipuzcoano. De su tesoro solo quedaba recuerdo y algunas virutas.

En las rampas de la Fuensanta el Movistar pastoreó la ascensión, colocando el trampolín para Valverde, que anunciaba el preludio de su ataque subido al arcoíris que le pinta el cuerpo. Jesús Herrada se adelantó. Se anticipó a Valverde. Leyó el movimiento a la perfección y se impulso. Sus muelles derrocaron finalmente a Gorka Izagirre. Herrada, entusiasta, tomó un puñado de segundos. No los suficientes. Luis León, inquieto, deseoso, no se le pensó. Persiguió a Herrada y se atornilló a su cogote. Valverde, que recientemente triunfó en La Route d’Ocitannie, se activó y se colgó del esfuerzo de su vecino. Era el momento.

El trío de cabeza voló en el descenso para alcanzar una ventaja de unos diez segundos sobre un grupo sumido en el desorden, sin una precisa hoja de ruta. En el tránsito hacia Murcia, las sucesivas descargas eléctricas de Luis León Sánchez, desprendieron a Herrada, incapaz de sostenerse. Valverde se encontraba en un cara a cara con el ciclista del Astana. El Bala, que todavía guarda en formol la chispa necesaria para resolver duelos de esa índole, se puso a rueda de Luis León, que pedía relevos. Valverde, conocedor de su ventaja estratégica, silbó y miró hacia otro lado ante la mímica de su rival. Después, cuando arrancó Luis León, el campeón del mundo le rebasó. Descontó otro rival y cantó otra victoria. “Estoy muy contento por haber ganado en mi tierra y las sensaciones de cara al Tour son muy buenas, me encuentro muy bien”, explicó tras vencer en casa. La tradición Valverde.

Campeonato de españa

1. Alejandro Valverde (Movistar)4h33:49

2. Luis León Sánchez (Astana)m.t.

3. Jesús Herrada (Cofidis)a 16’’

4. Diego Rubio (Burgos-BH)a 18’’

5. Benjamín Prades (Ukyo)m.t.