bilbao - Como en el angustioso final de Seven, el sol se inmiscuyó en el metraje del Dauphiné, aunque en la antesala del Tour todo fue plácido, lánguido, bucólico. Sin un ápice de intriga o desasosiego a pesar de los siete puertos. Nada se movió. Bajo el astro rey reinó Jakob Fuglsang (Astana), el hombre de la primavera, hamacado en la contemplación. El danés conquistó el Dauphiné sin azorarse. Otra muesca más que añadir a la Vuelta a Andalucía, una etapa en Tirreno-Adriático y la Lieja-Bastoña-Lieja. Pero además, Fuglsang cuenta con segundo puesto en Flecha Valona, en Strade Bianche, tercero en Amstel y tercero en la general de Tirreno-Adriático. El danés floreció en la carrera francesa, donde se estrelló Chris Froome (Ineos), que inicia una ardua tarea para recomponer su cuerpo machacado en contra un muro. Esa será su carrera, la de la reconstrucción, porque el Tour de Francia se rompió para él en el mismo instante en el que chocó contra el muro mientras reconocía una crono. A Froome le queda el lenguaje de signos, el pulgar al aire desde la cama del hospital, para lanzar un mensaje de optimismo y esperanza para el futuro. El símbolo de Fuglsang son dos dedos que subrayan la victoria, pero, sobre todo, el triunfo en dos ocasiones en la carrera francesa que saluda al Tour con entusiasmo. El danés que ha transitado los últimos meses de competición surfeando éxitos, concretó en Champéry, Suiza, donde Van Baarle (Ineos) sometió a Jack Haig (Mitchelton) su segunda corona (2017 y 2019) del Dauphiné.

En el cierre quedó desnudó Adam Yates (Mitchelton), obligado a abandonar por su estado febril. Tom Dumoulin, con la rodilla irritada de su fuerte caída en el Giro, lo dejó antes. El Dauphiné contó bajas por motivos de salud y mostró gestos preocupantes para algunos de cara al Tour, que alzará el telón en tres semanas. En ese escaparate se situó Romain Bardet (Ag2r), lejos de lo que se lo supone. Richie Porte (Trek) también finalizó con una mueca la cita francesa, descolgado en un puerto de tercera después de un acelerón de Thibaut Pinot (Groupama). El estirón astilló al australiano, al que se le acumulan las dudas. Ese lenguaje también se incorporó en Nairo Quintana (Movistar), que contabilizó un ataque el sábado, aplastado por Kwiatkowski, uno de los reclutas del imperial Ineos, que certificó el estatus de Wout Poels, la tercera referencia del equipo británico tras Thomas y Bernal, que compiten en Suiza. El holandés fue cuarto en la general, aunque no pudo inquietar a Fuglsang y el fabuloso Astana, que constató su fortaleza al establecer un cordón sanitario alrededor de su líder. Ni Tejay Van Garderen (Education First) ni Emanuel Buchmann (Bora) le rascaron. Ambos pueden mirar el Tour con optimismo. En Champéry, por encima de ellos, pasó la ola de Fuglsang.

1. Dylan van Baarle (Ineos)3h05:48

2. Jack Haig (Mitchelton)m.t.

3. Carl Fredrik Hagen (Lotto) a 50’’

4. Warren Barguil (Arkéa)a 1:12

5. Sepp Kuss (Jumbo)m.t.

1. Jakob Fuglsang (Astana)30h44:27

2. Tejay Van Garderen (Edu. First) a 20’’

3. Emanuel Buchmann (Bora) a 21’’

4. Wout Poels (Ineos)a 28’’

5. Thibaut Pinot (Groupama) a 33’’