HA sido un día impresionante. Los aficionados, estoy seguro, habrán disfrutado muchísimo, pero ha sido exagerado para nosotros. El ganador, Buchmann, ha sacado una media de 40 kilómetros por hora en un día con más de 3.000 metros de desnivel y con un recorrido de un continuo sube y baja. Con eso queda todo dicho. Se ha ido a tope desde el principio. Nosotros nos hemos cortado en el primer puerto y en Mutriku ya se han cortado otros 60 corredores. La carrera ha ido loquísima. Bora ha salvado los muebles porque contaba con tres bazas. Schachmann ha perdido el liderato, pero su compañero Buchmann ha jugado muy bien las cartas de su equipo. Ahora ambos están en el podio con cuatro victorias de etapa. Sinceramente, creo que esto se quedará como está. Tal vez alguien lo intente desde lejos, en Azurki, pero creo que los cartuchos que se quemen serán más pensando en la etapa que en la clasificación general. En Arrate cada uno se ha quedado en su sitio y no creo que se mueva nada en el último día. Las fuerzas están muy justas a estas alturas. Yo estoy reventado. Con tantas caídas que ha habido estos días, la gente va tocada.