Lointek Gernika 57

Zaragoza 62

LOINTEK GERNIKA BIZKAIA: Moore (10), Silva (2), Arrojo (8), Bjorklund (4), Roundtree (15) -cinco inicial- Ginzo (0), Brcaninovic (0), Higgs (4), Buch (14).

CASADEMONT ZARAGOZA: Hempe (21), Calhoun (8), Delaere (24), Cruz (2), Kostourkova (0) -cinco inicial- Calvo (0), González (3), Bettencourt (4), Hernández (0).

Parciales: 15-13, 29-35 (descanso), 40-47 y 57-62.

Árbitros: Muñoz, Zamora y Gómez. Sin eliminadas.

La bola de la nieve de las derrotas se va haciendo cada vez más grande y está arrastrando al Lointek Gernika Bizkaia a una situación nunca vista antes. Haga lo que haga, al conjunto vizcaino todo le sale mal y con la de ayer domingo ya son cinco derrotas seguidas, que pueden ser seis ya que el siguiente visitante de Maloste será el miércoles el líder Perfumerías Avenida. Es la peor racha de las gernikarras desde que están en la Liga Femenina y de ello se aprovechó el Casademont Zaragoza.

Las mañas se presentaron sin Vega Gimeno, una de sus piezas claves, pero como ocurrió el pasado miércoles en Las Palmas tampoco pudieron las de Mario López sacar beneficio de su más larga rotación. Entre Delaere y Hampe sumaron 45 de los 62 puntos de su equipo con buenos porcentajes, sobre todo la belga, que solo falló un tiro y fue clave en el tramo final con dos accione discutibles que los árbitros decidieron a favor del Zaragoza. Y es que cuando todo está en contra, esos detalles también resultan decisivos.

El Lointek Gernika no empezó mal, con un 15-10 esperanzador, y una buena actividad defensiva. Sin embargo, sus porcentajes de tiro no eran buenos mientras las visitantes castigaban con mucho espacio para Hempe la defensa gernikarra, demasiado blanda de nuevo en el uno contra uno. Nueve puntos sumó la pívot estadounidense en siete minutos y cinco faltas cometieron las vizcainas al descanso, que encima se comieron cinco puntos en los finales de cada cuarto por no saber utilizar esas faltas.

Cuando la inspiración falta, hay que apelar a otras cosas y el Lointek Gernika las ha extraviado. Casi cinco minutos tardó en anotar en el tercer cuarto lo que permitió al Zaragoza llevar el control en un ritmo muy bajo. Al inicio del último cuarto, las locales se colocaron a dos puntos (45-47), pero volvieron los errores en ataque por dudas y nula confianza, que generan precipitación o excesiva parsimonia para interpretar las ventajas. El problema es que el bloque no encuentra continuidad porque si fallan unas jugadoras un día, lo hacen otras al siguiente, y así, en busca de una inercia positiva, la toma de decisiones se resiente.

El Zaragoza siempre lo tuvo claro y se movió con paciencia en busca de Hempe o Delaere. Incluso con demasiada, porque un triple de la belga sobre la bocina para el 51-57 a 2.52 del final pudo ser perfectamente anulado si hubiera revisión y otra falta a 29 segundos de Roundtree a Delaere, muy rigurosa, también bordeó el fin de posesión. Esos dos tiros libres fueron determinantes porque ya antes el Lointek Gernika había fallado varios tiros sencillos, de esos que cuando el viento va a favor acaban dentro. Ahora el equipo se ha metido en un pozo, pero aún hay tiempo para salir mientras no cunda un pánico excesivo.