albert Oliver debutó en la ACB el 19 de octubre de 1997 cuando el Bilbao Basket ni siquiera existía. Alfred Julbe le dio la oportunidad en aquel Joventut que tenía a Andre Turner como base titular y que estaba a punto de sacar del horno a Raúl López. Han pasado más de 22 años y el jugador del Coosur Betis es ahora el más veterano de la Liga Endesa cuando ya ha cumplido 41. Con 621 partidos a sus espaldas, sigue jugando quince minutos de media sin dar síntomas de debilidad. "No es algo a lo que dé muchas vueltas. El secreto no es otro que cuidarse mucho y entrenar lo mejor que se pueda para estar en buena condición. Es mi forma de vida y estoy encantado", comenta sobre esa longevidad que aún puede extenderse. También, está claro, hay que tener mucha capacidad de adaptación "a los clubes, las ciudades y los entrenadores" para resistir tantos años en la élite y mucho conocimiento del juego ya que "la condición física merma, pero la experiencia te permite saber dónde puedas llegar y dónde no".

El base catalán no lo tuvo fácil en sus inicios "porque en la Penya había mucho nivel y no había espacio para mí" y no se asentó en la ACB hasta los 22 años cuando llegó a Manresa, pero como muchos jugadores ha logrado estirar su carrera hasta una edad que a finales del siglo pasado era impensable. "La manera de afrontar los partidos ha cambiado. Ahora todo es más físico, hay mucho más ritmo y un jugador no está muchos minutos en pista y menos aún seguidos. Está claro que para mí cada vez es más complicado porque los jugadores cada vez son más grandes y todo pasa mucho más rápido. La edad me lleva para atrás, pero intento adaptarme", señala. Un jugador de sus características quizás no tendría ahora la posibilidad de debutar tan pronto en la ACB, aunque "lo importante no es llegar, sino conseguir establecerse con el paso de los años. Eso es lo difícil".

En todos estos años, Oliver ha vivido cada evolución del baloncesto, aunque parece que ahora se anuncia una revolución "que quizás no pase de ser una moda". "Ahora parece que en Europa no se puede jugar sin un cuatro abierto que abra el campo y tire de tres. Pero el Fenerbahce ganó la Euroliga con dos cincos que no tiraban de fuera. Y viene ahora de la NBA la tendencia a jugar con todos abiertos y sin grandes. Pero sigo creyendo en el valor de los bases y del juego al poste bajo, que ahora se trabaja menos", reflexiona un jugador que cuando se retire quiere seguir ligado al baloncesto, probablemente como entrenador. El éxito de Álex Mumbrú, con el que compartió vestuario en el comienzo de ambos en el Joventut, puede ayudar a muchos jugadores a dar ese paso, "aunque no es habitual lo que ha hecho él, que es empezar con un equipo del máximo nivel. A él le está yendo muy bien, pero lo normal es dar pasos poco a poco desde abajo".

Albert Oliver ha tenido muchos técnicos en quien fijarse, aunque "se trata de quedarte con lo bueno de cada uno y sumarlo a tu manera de entender el juego". "A lo mejor piensan que no estoy preparado, pero creo que sirvo porque llevo muchos años en esto", destaca Albert Oliver, que durante su carrera "he jugado para los mejores y más experimentados entrenadores españoles, salvo Pablo Laso y Xabi Pascual". Pedro Martínez, Salva Maldonado, Luis Casimiro, Ricard Casas, Aíto García Reneses, entre otros, han modelado el jugador que es ahora Oliver. El base del Betis recuerda que siendo ya veterano coincidió en el Gran Canaria con el ahora entrenador del Alba Berlín y le llamó la atención "su atención por los detalles y la paciencia que tenía para corregir a los jugadores", algo que es común a ese grupo de técnicos.

Seis equipos (Manresa, Valencia, Estudiantes, Joventut, Gran Canaria y ahora Betis) han disfrutado desde 2002 del saber hacer de Oliver, a quien algunas recompensas "a trabajar y mejorar cada día" le llegaron muy tarde "cuando pensaba que se me iba a pasar al tren". Con 39 años contribuyó al primer título de los insulares y debutó con la selección española en las ventanas premundialistas, "antes fue imposible porque había otros mejores", y con 40 jugó su primer partido en la Euroliga, "algo que también tuvo algo de excepcional ya que llegamos a semifinales de la Liga junto a los tres equipos que ya estaban en la Euroliga y eso nos dio la plaza". Precisamente, el Betis y el Bilbao Basket se medirán hoy tras el parón por la Copa y las selecciones, que en el caso del cuadro sevillano ha sido de tres semanas. "Ya sabíamos que iba a ser así por lo que no hay que utilizarlo como excusa. Nosotros hemos tenido tres jugadores fuera que, al menos, han venido sin problemas", comenta el base del equipo verdiblanco, que ha podido disputar algún amistoso para no perder el tono y encajar a sus novedades antes de un partido que para el Betis es clave en sus aspiraciones de lograr la permanencia.

Hoy se miden a un Bilbao Basket con el que los béticos ascendieron desde la LEB "y que está teniendo un rendimiento espectacular. Si alguien dice que esperaba verlo quinto seguramente mentirá". Hay una cierta incertidumbre porque el equipo vizcaino será muy distinto al que era antes de las ventanas, al menos por nombres. Pero Albert Oliver no se fía porque "sin Brown ya fueron capaces de ganar al Valencia y al Unicaja". "Lógicamente, tienen que acusar la baja de Bouteille, pero si por algo destaca el Bilbao Basket es porque tiene muy claro a qué juega en cada momento y para quién lo juega", asegura.