Bilbao - Otra semana más la historia vuelve a cruzarse con el Lointek Gernika. El club vizcaino no para de superar listones y de firmar registros nunca vistos en el baloncesto vasco. Las gernikarras convirtieron el sueño en objetivo. Europa hace tiempo que dejó de ser un terreno vedado y ahora están a un solo paso de superar la segunda ronda eliminatoria de la EuroCup, algo inimaginable en un pasado no tan lejano cuando no había representas de Bizkaia en la máxima categoría del baloncesto estatal. Los 18 puntos de ventaja marcan el encuentro de esta tarde ante el KSC Szekszárd (18.00 horas). Una renta cómoda pero que no es suficiente para que la confianza inunde a las pupilas de Mario López. No hay margen para la especulación y el único objetivo del Lointek Gernika será vencer en tierras húngaras, sin pensar en el marcador de la ida y tratando de vencer en una pista que promete ser un polvorín. El conjunto vizcaino viajó ayer hasta Szekszárd con la única baja de Margaret Roundtree, que no podrá jugar debido a que no se permite hacer cambios de licencias en una misma eliminatoria.

El fantasma del cruce del año pasado ante el Galatasaray hace que las jugadoras del Lointek Gernika no se fíen de la ventaja obtenida. El curso pasado vencieron por 15 puntos en Maloste pero las turcas, con una grada a rebosar, dieron la vuelta a la eliminatoria y acabaron con el sueño de las forales. Esa experiencia fue un mazazo pero también una lección que esperan tener aprendida. "Sabemos que va a ser un partido complicado, que en Hungría van a apretar y ya tuvimos la mala experiencia de vivirlo contra el Galatasaray. Hay que afrontar el partido pensando que vamos 0-0 e intentar ganar allí", declaró Juana Molina.

ambiente en contra El conjunto vizcaino comparecerá en el Szekszárd Városi Sportcsarnok. Es un pabellón no especialmente grande pero con las gradas situadas muy pegadas a la pista y a los banquillos de las jugadoras. Además, en los partidos previos de la EuroCup tuvo buenas entradas por lo que en este encuentro, que será una final para los dos equipos, se espera que los espectadores húngaros llenen el recinto. "Allí nos van a ofrecer un ambiente un poco hostil y que nos puede hacer hasta ponernos un poco nerviosas. Tenemos que aprender la lección del año pasado del Galatasaray, porque el ambiente en Turquía fue una pasada, y que no nos afecte en Hungría", opinó Itziar Ariztimuño.

Pero el KSC Szekszárd es mucho más que una afición. Pese a que en Gernika no pudieron competir durante los cuarenta minutos y se marcharon con una dolorosa derrota, dejaron varios detalles que demostraron que es un equipo peligroso y con varias jugadoras desequilibrantes. Destaca por encima de todas la croata Ivana Dojkic, una base-escolta capaz de hacer mucho daño con su buen uno contra uno. Las gernikarras tampoco deberán dejar de lado a la alero estadounidense Tyaunna Marshal o a la pívot húngara Sara Krnjic, que brilló en Maloste. "Creo que más que fijarnos en nosotras, tenemos que pensar en nosotras. Hay que saber parar sus puntos fuertes como equipo, pero también centrarnos en hacer las cosas cómo sabemos", comentó Molina.

El Lointek Gernika deberá controlar el aspecto mental para sacar adelante la eliminatoria. Son muchos factores que pueden influir en la concentración de las jugadoras. La ventaja adquirida, la presión de los espectadores húngaros, el propio viaje? Frenar a las húngaras en los primeros minutos puede ser decisivo y para ello las gernikarras deberán mantener sus señas de identidad. "Venimos haciendo un buen trabajo defensivo y creo que la clave está ahí. A partir de la defensa crecemos mucho en ataque y eso nos da contraataques. Aquí les matamos con ello", explicó Molina. El conjunto vizcaino tratará de mantener ese juego que tantos éxitos le ha dado este curso para continuar agrandando la histórica trayectoria europea de esta temporada y aumentando su propio techo.