Bilbao - “Las derrotas van a llegar. No quiero que pase, pero será así. Es importante saber gestionar bien las victorias y también las derrotas. Cuando ganamos no todo es bueno y cuando perdamos no todo será malo. Lo que hay que hacer siempre es seguir trabajando”. Así hablaba Thomas Schreiner cuando el Bilbao Basket arrancó el curso con dos victorias ante el Tenerife y el Valencia Basket. El austriaco, una de las voces con más experiencia dentro del vestuario de los hombres de negro, mantenía ayer el mismo discurso después de la derrota del pasado sábado en Zaragoza. “Como se dice en el deporte, never too high, never too low (nunca demasiado arriba, nunca demasiado abajo)”, apuntó, añadiendo que “es importante saber vivir tanto con las victorias como con las derrotas, saber que tras ganar ante Valencia y Baskonia no éramos los mejores y por perder en Zaragoza no somos los peores. Siempre hay que seguir trabajando. Eso es lo que haremos esta semana y estoy seguro de que el domingo estaremos preparados para hacer un buen partido, competir y espero que para ganar”.

Lo que sí que echó de menos Schreiner el pasado sábado fue más competitividad por parte del Bilbao Basket, aspecto en el que reconoció que urge mejorar antes de recibir este domingo en el Bilbao Arena al Montakit Fuenlabrada. “Físicamente ellos nos echaron de la pista. En las sesiones de trabajo tendremos que mejorar eso, entrenar más físico para estar preparados para partidos de este tipo. Seguro que el Fuenlabrada va a querer jugar igual de físico que el Zaragoza y tenemos que prepararnos esta semana para estar con el mismo nivel de intensidad que nuestro rival”, avanzó, sin querer dar al próximo duelo una importancia extra por tener en frente a un conjunto que, a priori, maneja los mismos objetivos de permanencia que los hombres de negro: “Todos jugamos en la Liga Endesa y para nosotros todos los partidos son importantes. No hay un partido más grande que otro, el más importante siempre es el siguiente y trabajamos para ello. Tenemos mucha ilusión por volver a jugar en casa. Aquí hemos jugado siempre bien, con mucha intensidad y energía, gracias al público. Espero que nos apoyen un día más, que venga mucha gente y juntos podamos competir y ganar”.

El austriaco también negó que la contundente derrota del sábado haya hecho daño a la mentalidad de un grupo humano todavía en formación, ni siquiera a los más jóvenes e inexpertos. “El deporte es esto. Está claro que no vamos a ganar todos los partidos. Lo más importante es competir y eso fue lo malo, que en Zaragoza no pudimos hacerlo durante todo el partido. Vamos a ganar partidos y los vamos a perder, lo importante siempre es cómo reacciones. Lo que hay que hacer es seguir trabajando, mejorar como equipo en los entrenamientos y jugar cada semana mejor. Si hacemos esto, tengo mucha confianza en que vendrán victorias”, pronosticó, sin valorar en exceso su satisfacción con su nivel de juego en este arranque de temporada: “Cuando el equipo gana estoy contento con mi baloncesto. Cuando pierde, no lo estoy. El último partido lo perdimos o sea que yo también tengo que mejorar como todos. Entreno para ello”.