Bilbao Basket 79-75 Baskonia

Bilbao - Dos partidos lleva saboreados la marea negra de Miribilla en el regreso de su Bilbao Basket a la Liga Endesa y en ambos ha visto hincar la rodilla a rivales con vitola de Euroliga. Lo que amenazaba, por calendario, con ser un arranque de curso áspero para un grupo humano recién aterrizado en la élite ha pasado a ser un golpe encima de la mesa, la demostración de que el trabajo, la fe, la calidad y las ganas de desafiar a la tiranía de los presupuestos son capaces de mover montañas. Ayer fue el Baskonia el que sufrió en sus carnes las dentelladas de un conjunto al que su derrota de la semana pasada en Santiago tras dos prórrogas no ha creado ninguna duda en su modus operandi. El Bilbao Basket se armó de valor, intensidad, descaro y aplomo, las señas de identidad que Álex Mumbrú exige a los suyos, y sacó de sus casillas a un conjunto alavés que en ningún momento se sintió a gusto sobre la cancha. Los anfitriones no cedieron al rival ni un minuto de partido con ventaja en el luminoso y en el tramo final, cuando los visitantes amenazaron con revuelta, fueron capaces de mantener firme el timón para llegar al destino deseado: la victoria, la tercera en cuatro jornadas.

Con el paso de las semanas, el conjunto vizcaino confirma sensaciones y va afilando su colmillo competitivo. Ayer no necesitó actuaciones portentosas en el plano individual para salirse con la suya aunque sí que tuvo en todo momento jugadores dispuestos a echarse al equipo a las espaldas -Ondrej Balvin y Ben Lammers ofrecieron soluciones en las distancias cortas, Jaylon Brown, incisivo penetrando a canasta y entonado conectando con los pívots, protagonizó doce minutos finales magníficos, Iván Cruz encontró petróleo jugando por la línea de fondo...-. Tampoco hizo falta un porcentaje colosal desde la línea de 6,755 (se quedó, de hecho, en un pobre 4 de 22 ). Por contra, hizo gala de un nivel de intensidad excelente que no descendió ni un ápice con las rotaciones, minimizó las pérdidas de balón y acabó haciendo mucho daño allí donde parecía que su inferioridad era mayor: la pugna en el juego interior. En lugar de evitar el cuerpo a cuerpo bajo los aros, buscó percutir contra el gigantesco Youssoupha Fall, que acabó descalificado en el minuto 25, y convirtió en totalmente intrascendente a Micheal Eric mientras se llevaba con claridad la guerra por el rebote (38-30), con un total de quince capturas en aro contrario. En definitiva, una victoria fraguada en la sala de calderas.

Con Emir Sulejmanovic incrustado en el quinteto inicial para tratar de sujetar en corto a Tornike Shengelia, el Bilbao Basket inauguró el duelo con los cinco sentidos alerta en defensa, lo que unido a dos triples tempraneros de Rafa Martínez y Axel Bouteille le permitió arrancar el choque mandando en el luminoso. El Baskonia trató de contrarrestar el 10-5 en el ecuador del acto inaugural cargando el juego sobre su cuatro georgiano, pero Arnoldas Kulboka hizo un notable trabajo sobre él después de que Sule tuviera que encaminarse al banquillo con dos faltas. Movió bien la bola la tropa de Mumbrú, encontrando tanto a Balvin como a Lammers en las distancias cortas, y a punto estuvo de cerrar los diez minutos iniciales con un interesante botín de ocho puntos, pero Matt Janning, que tuvo que dar relevos a Pierria Henry como base ante la ausencia de Luca Vildoza, estrechó márgenes con un triple (18-14). Los hombres de negro trataron de coger vuelo en el marcador gracias al acierto de Lammers desde la línea de tiros libres, pero Ilimane Diop sujetó a los suyos. La entrada en escena de Cruz en la rotación de cuatros supuso un soplo de aire fresco para los locales. Avispado en los cortes, jugando mucho por la línea de fondo y activo en el rebote ofensivo, el madrileño fue todo un dolor de muelas para la zaga baskonista. Ocho puntos suyos en un abrir y cerrar de ojos, cuatro de tiros libres tras antideportiva de Fall, dieron al Bilbao Basket su máxima ventaja, 34-24, a 4:54 del descanso. Fall y Balvin intercambiaron golpes en las distancias cortas, Garino y Kulboka lo hicieron desde la línea de 6,75 y parecía que los hombres de negro podían alcanzar el ecuador con una buena renta, pero un 0-9 con Shavon Shields al galope tras dos pérdidas bilbainas equilibró el asunto (42-40 al término del segundo cuarto).

En la reanudación, tres faltas casi seguidas de Eric metieron en problemas de personales al Baskonia, pero las constantes vitales del duelo cambiaron a un constante toma y daca en el luminoso. El Bilbao Basket intentó poner tierra de por medio de la mano de Kulboka y Rafa Martínez, pero Shengelia abortó cualquier demarraje. El Baskonia perdió a Fall, descalificado, pero un 0-6 le devolvió un control del luminoso (50-52) que no gozaba desde la jugada inicial del duelo. Sin embargo, el Bilbao Basket no titubeó, Brown enlazó acto seguido un dos más uno y una asistencia para que Lammers se colgara del aro y a los diez minutos finales se llegó con un 57-55. La pareja de americanos del pasado curso en LEB cuajó unos magníficos minutos ofensivos en el arranque del acto final, pero los de Perasovic no dieron su brazo a torcer. El 63-57 daba aire a los anfitriones, pero los visitantes, tirando de calidad individual, se engancharon al partido. Otra bandeja a aro pasado de Brown paró el partido con un 68-64. Por momentos parecía que al Baskonia le faltaba oxígeno, pero un triple de Shengelia (69-69) y un dos mas uno de Henry (75-73), mantenían la incertidumbre. Un mate de Balvin y un fallo de Henry, solo bajo el aro, amagaron con dibujar un final cómodo para el Bilbao Basket (77-73 a 34 segundos del final y posesión), pero una pérdida de Rousselle castigada por Janning subió la taquicardia. Schreiner, sin embargo, anotó dos tiros libres a falta de 7 segundos, la última defensa fue magnífica y el triunfo se quedó en casa.