Real Madrid93

Barcelona94

REAL MADRID: Causeur (14), Randolph (16), Campazzo (19), Ayón (12) y Deck (2) -cinco inicial-, Rudy (5), Llull (13), Reyes (2), Carroll (5), Tavares (2) y Taylor (3).

BARCELONA: Pangos (10), Ribas (2), Singleton (4), Claver (15) y Tomic (14) -cinco inicial-, Seraphin (6), Hanga (2), Heurtel (22), Oriola (7) y Kuric (12).

Parciales: 16-20, 35-35 (descanso), 60-46, 77-77 (final) y 93-94.

Árbitros: García González, Pérez Pérez y Jiménez. Eliminaron a Hanga.

Incidencias: 13.468 espectadores en el Wizink Center.

bilbao - El Barcelona revalidó en el Wizink Center su título de Copa, el Real Madrid prolongó la maldición del anfitrión, que no gana el torneo desde hace 17 años, pero la final quedará para la historia por la polémica que tuvo en su resolución y, por ello, se hablará de ella durante algunos días más por encima del puro baloncesto, del que hubo mucho sobre todo después del descanso cuando los dos equipos se desataron y provocaron 25 minutos de alternativas y mucha emoción.

Durante la primera parte, los dos equipos no tomaron riesgos e intercambiaron golpes con sus largas rotaciones. El Barça comenzó mandando, pero la aparición de Tavares reforzó la defensa de los blancos, que, pese a sus errores en el tiro, se apoyaron en acciones brillantes de Llull para sujetar la final a la espera de que alguien rompiera el equilibrio. Lo hizo el Real Madrid en el tercer cuarto cuando pudo entrar en el ritmo que le gusta y se fue hasta los 17 puntos de ventaja (58-41).

Probablemente, el equipo de Pablo Laso se sobreexcitó, quiso celebrar su victoria antes de tiempo y se encontró con que si algo tiene este Barcelona de Svetislav Pesic es carácter y la capacidad física para dar una vuelta de tuerca más a su defensa. El técnico serbio dispuso un quinteto que apretó la circulación de los madridistas, pero hacía falta algo más para remontar y eso fueron cuatro triples consecutivos que estrecharon el marcador en un suspiro.

Un parcial de 3-22, con un brillante Heurtel, MVP por segundo año seguido, a los mandos metió a los azulgranas de lleno en la final y devolvieron las urgencias al anfitrión que se vio con el partido perdido cuando cedía por cuatro puntos (70-74) y, sobre todo, cuando Claver estaba en la línea de tiros libres a cuatro segundos del final. El valenciano metió el segundo (75-77) y tras el tiempo muerto Llull llevó el partido a la prórroga, un hecho que lamentaron los dos equipos ya que ambos podían haber ganado antes de los cinco minutos añadidos que guardaban aún más sorpresas.

Los cambios de mando en el marcador no cesaron, pero el Barcelona se encontró con un 87-92 a 21 segundos del final tras un mate de Tomic. Un triple de Randolph estrechó el margen a dos puntos cuando llegó la polémica. Con doce segundos por jugar, Singleton salvó la presión madridista para anotar la canasta ganadora cuando su excompañero en el Lokomotiv Kuban lo evitó con una falta clarísima que no fue sancionada. Carroll se hizo con el balón y sacó un 2+1 que enardeció a la grada del Wizink Center.

De repente, la Copa podía quedarse en Madrid, pero faltaban cuatro segundos, mucho tiempo en el baloncesto. Tomic recibió en el poste bajo y trató de anotar a aro pasado. Su balón golpeó en el hierro, pero en su intento de tapón Randolph tocó el tablero con las manos por lo que los árbitros, tras revisar el instant replay, dieron canasta en una decisión discutida y discutible por lo que el título fue para el Barcelona. De alguna manera se hizo justicia, pero el año pasado el Real Madrid también se quejó por una acción en el último segundo que dio el título a su gran rival. Esto es el deporte y solo puede ganar uno. Al Barça le tocó repetir.