Rahm firma el primer doblete en el LIV: “Ha sido un año largo"

Jon Rahm se convirtió en el primer jugador que hace doblete en el LIV Golf al ganar la clasificación individual y la de equipos. Su balance desde que recaló en el circuito saudí es casi inmejorable desde el punto de vista deportivo, pese a que este año lo haya cerrado sin ningún triunfo, y económico ya que se ha embolsado unos 64 millones de euros solo por méritos en el campo, sin contar el contrato que firmó cuando decidió abandonar los circuitos tradicionales.

En la final por equipos, hubo tanta emoción como en la individual ya que el Legión XIII necesitó dos hoyos de desempate para tumbar a los Crushers, que contaron con un Bryson DeChambeau estelar que solo pegó un mal golpe en toda la vuelta, el chip del segundo hoyo del play-off.

Rahm y el californiano protagonizaron un duelo de muchos quilates, propio de los jugadores que junto a Joaquín Niemann conforman el trío estelar del LIV muy por encima de los demás. Pero el triunfo del Legión XIII no habría sido posible sin el gran rendimiento en los tres días de la final de Detroit de los jóvenes Tom McKibbin y Caleb Surratt ni sin la reacción a tiempo de Tyrrell Hatton, que tras una jornada anodina hizo una hora final de golf extraordinario, con gran acierto en los greenes bajo presión y permitió remontar una desventaja de cuatro golpes en tres hoyos.

Su segundo golpe en el hoyo 56, que dejó el birdie dado, fue decisivo porque DeChambeau y Paul Casey habían firmado sendos pares, aunque el que terminó la tarea fue Rahm que premió de nuevo su constancia porque había tenido muy mala suerte con varios putts que se habían quedado muy cerca de entrar hasta encadenar doce hoyos al par antes también de su carga definitiva.

“No quería ni pensar en perder tres play-offs seguidos”, reconoció el capitán del Legión XIII, un equipo que remató su superioridad durante todo el año. “Ha sido un año largo, pero si incluso no hubiésemos ganado el título por equipos, también habría sido un gran año”, aseguró Rahm, que sintió que con este triunfo se quitó el sabor agridulce que le dejó el triunfo individual. “No es solo lo que hemos ganado, sino cómo lo hemos hecho. Hemos jugado muy bien todo el año y el final ha sido estresante, pero no había una manera mejor”, añadió.

Ahora la vista del barrikoztarra, que tampoco acabó plenamente satisfecho con su juego esta semana, ya está puesta en la Ryder Cup, previo paso por Wentworth. Rahm eligió a Hatton para jugar el desempate en Detroit por el estilo del inglés, pero también como un mensaje hacia la afición estadounidense. Esa pareja va a ser clave en el equipo europeo en Bethpage donde se espera un ambiente muy hostil. Ni Rahm ni Hatton se van a arrugar.