El corredor catalán Kílian Jornet cumplió los pronósticos y se impuso con claridad ayer domingo en el maratón de montaña Zegama-Aizkorri, batiendo el récord de la prueba por nueve minutos. La versión femenina se la adjudicó la neerlandesa Nienke Brinkman.

Una participación de lujo y una climatología favorable, tras dos años de suspensión por la pandemia, hacían presagiar que podía batirse el registro histórico del noruego Stian Angermund-Vik (3 h45:08), hito que pulverizó Jornet con autoridad destrozando todos los parciales. Y no firmó un tiempo todavía mejor porque le faltó competencia directa, ya que en la dura subida a Aizkorri se quitó la vigilancia del italiano Davide Magrini para transitar en solitario los últimos kilómetros. El leonés Manu Merillas fue otro de los destacados y, de menos a más, pisó podio en un tramo final en el que demostró haber administrado muy bien sus fuerzas.

La prueba femenina fue dominada por sorpresa por Nienke Brinkman, que se despegó casi desde el inicio de la favorita Maude Mathys, de Suiza, e inició una carrera en solitario para coronar ante los cientos de aficionados congregados en la cima del Aizkorri con distancia suficiente para no poner en peligro su triunfo.

Brinkman sacó en lo más alto del recorrido casi cinco minutos a Mathys, incapaz de reaccionar en los kilómetros posteriores, ya no tan duros. Tuvo además que extremar la vigilancia a la donostiarra Sara Alonso, tercera tras una carrera magnífica.