Roberto Santamaría (Iruñea, 27-II-1985) sabe bien que alzar la voz contra los arbitrajes no siempre resulta beneficioso, si bien defiende como portero que el gol invalidado a Álvaro Peña contra la Unión Deportiva Las Palmas por un fuera de juego posicional de Peru Nolaskoain debió subir al marcador. “Le dije al árbitro que la clave en esa acción está en que el portero se tira en cuanto Álvaro golpea el balón, por lo que es evidente que vio claramente la trayectoria del balón”, remarca respecto al último atropello arbitral que han sufrido los azules el cancerbero navarro, que destaca las buenas sensaciones que transmite el colectivo en la antesala de la visita del Mirandés a Lezama.

Han pasado varios días desde lo que ocurrió en el estadio Gran Canaria. ¿Cómo están en la caseta?

—Bueno, como tantas otras veces el vestuario ya se ha rehecho y estamos pensando solo en el partido contra el Mirandés.

Compañeros como San José, Guruzeta, Larrazabal e, incluso, Haritz Mujika pusieron el grito en el cielo aun así tras el enésimo castigo arbitral que sufrieron con el gol anulado a Álvaro Peña. ¿Han aguantado demasiado sin alzar la voz?

—Es cierto que hemos estado siempre en una línea tranquila y de no decir nada. Hacerlo ni beneficia, ni perjudica, aunque te puede incluso perjudicar más que beneficiar, si bien son opiniones en caliente, totalmente respetables y sobre hechos demostrados. Al final, tampoco podemos hacer mucho más.

¿Cómo vio la acción desde su posición?

—No pude verlo bien. Cuando metimos el gol vi que el árbitro pitaba y lo primero que pregunté fue si había salido el balón antes o había pasado algo extraño, pero me dijeron que era fuera de juego lo que había pitado. Cuando terminó el partido y vimos las imágenes, dan que hablar.

Usted, como portero, sabe bien que la posición de Nolaskoain no dificultó la visión al guardameta rival.

—Yo le dije al árbitro que la clave en esa acción está en que el portero se tira en cuanto Álvaro golpea el balón. No pierde ninguna décima de segundo en reaccionar al disparo, por lo que es evidente que vio claramente la trayectoria del balón. El árbitro aun así decidió anularlo y por desgracia nos volvió a tocar a nosotros.

El VAR, una vez más, no sirvió para corregir al colegiado, ni a su asistente. ¿Es de los que están a favor o en contra del videoarbitraje?

—Estoy totalmente a favor, pero somos muchos los que no terminamos de entender muy bien cuándo entra el VAR y cuándo corrige acciones de verdad. Contra el Málaga en Lezama, por ejemplo, desde la sala VOR llamaron al árbitro para corregirle un penalti que nos pitó en contra, pero fue a revisarlo y mantuvo su decisión. En el gol que marcamos en Las Palmas, por el contrario, el árbitro ni siquiera va a verlo. Si lo hubiera hecho y hubiese visto que Nolaskoain no estaba en la trayectoria del balón, debería haber dado gol. Por eso digo que tampoco entiendo muy bien cuándo el colegiado tiene que ir a ver y cuándo no.

Llegados a este punto no les queda otra que sobreponerse y volver a levantarse. Tienen siete finales por delante.

—Está claro. Cuando pasan estas cosas no se puede hacer nada. De nosotros dependen muchas otras cosas que hemos hecho mal durante la temporada y que tendríamos que haber corregido desde hace tiempo, pero quedan siete partidos muy importantes y el primero es el de este viernes. Personalmente veo al equipo muy bien, con mucha actitud y estamos deseando que llegue el partido ante el Mirandés.

Están a siete puntos de la permanencia. ¿Han empezado a hacer números?

—No. Hacer cuentas no sirve de mucho. Te descentra del objetivo pensar qué partidos puedes ganar, porque después igual no lo consigues en uno que esperabas sacar adelante, pero ganas otro que no esperabas.

Les quedan cuatro partidos en casa y tres fuera. Ahora sí, hacer un fortín de Lezama se antoja fundamental.

—Sí, nos gustaría hacernos fuertes delante de nuestra afición en los partidos que quedan. No poder jugar en Urritxe es un inconveniente para la gente del pueblo, pero les necesitamos y, aunque crean que no, se nota cuando están en Lezama animándonos. Con su ayuda esperamos conseguir un buen resultado contra el Mirandés.

¿Cuáles son sus sensaciones en relación al objetivo de la permanencia?

—Por las sensaciones que transmite el equipo, creo que podemos pelearlo hasta el final. Es evidente que estamos en una situación complicada y no hay que engañarse, ni vender películas, pero estamos compitiendo muy bien, estamos dando la cara y estamos teniendo muchas opciones de llevarnos los partidos. Contra Zaragoza y Las Palmas no pudo ser, pero bajo mi punto de vista el equipo transmite buenas sensaciones.

¿Se han adaptado bien a las nuevas directrices de Haritz Mujika?

—El míster tiene una idea similar a la que veníamos trabajando con Iñigo y, en ese sentido, no hay ningún problema.

¿Le cogió por sorpresa el relevo en el banquillo?

—Sí. Hablo a título personal, pero la verdad es que no nos esperábamos un cambio en ese aspecto.

¿En qué se diferencian uno y otro técnico?

—No sabría decir. Son dos entrenadores que venían trabajando juntos y quizás se hayan podido cambiar algunas cosas en los entrenamientos, pero los partidos se preparan más o menos de la misma manera.

Con Mujika suman dos derrotas, dos empates y una victoria. Contra el Mirandés tienen que ganar sí o sí.

—Sí, pero sin obcecarnos, ni obsesionarnos. Ya nos pasó en casa contra el Leganés y el Alcorcón, los dos partidos en los que peor hemos estado al salir al campo con esa obsesión de querer ganar. Cuando hemos salido más tranquilos hemos tenido más opciones y en el último partido en Lezama contra el Ibiza se vio desde el principio que el equipo estaba cómodo. Dentro de la situación complicada en la que estamos, tenemos que disfrutar con lo que hacemos. La clave puede estar ahí.

Es uno de los veteranos de la plantilla. ¿Trata en el día a día que el grupo mantenga la cabeza fría?

—Todos los que tenemos experiencia en esto intentamos transmitir calma a los más jóvenes, porque quieras o no, las piernas pesan un poco en estas circunstancias.

Mañana intentará dejar la portería a cero por tercera vez en la temporada. Tendrá una espina clavada en ese aspecto, si bien es cierto que estuvo tres meses fuera de combate por una lesión en el hombro.

—Sí, llevamos muy pocas porterías a cero y es unas de las cosas que nos ha penalizado, porque nos ha restado muchos puntos por pequeños errores. Si no encajamos contra el Mirandés, será buena señal.

“Estoy a favor del VAR, pero somos muchos los que no terminamos de entender muy bien cuándo entra”

“Veo al equipo muy bien, con mucha actitud y estamos deseando que llegue el partido ante el Mirandés”

“El míster tiene una idea similar a la que veníamos trabajando con Iñigo y no hay ningún problema”