En el Riviera Country Club de Los Angeles no se harán prisioneros esta semana. Jon Rahm encabeza una participación de lujo en el Genesis Invitational, en el que defiende título el local Max Homa, ya que entre los 120 participantes estarán presentes los diez mejores del ranking mundial y dieciséis de los veinte primeros. Nunca ha ocurrido tal hecho en este torneo que se disputa en Pacific Palisades en un campo de par 71 que acogerá la prueba de golf de los Juegos Olímpicos de 2028 y de aroma clásico ya que se construyó hace casi 100 años. Hay que remontarse a 2007 para encontrar otro torneo regular del PGA Tour en el estuviera el Top 10 del mundo. El de Barrika lo juega por cuarta vez en su carrera y también acumula buenos resultados: quinto en 2021, decimoséptimo en 2020 y noveno en 2019. Su media de golpes es la segunda más baja por detrás de Dustin Johnson en la última década, pero como ocurrió la semana pasada en Scottsdale, eso no le ha servido para ganar.
Realmente, no es sencillo, como demuestra el que los tres últimos ganadores en el circuito estadounidense hayan sido primerizos: Luke List en Torrey Pines, Tom Hoge en Pebble Beach y Scottie Scheffler en Phoenix. El PGA Tour tiene una gran profundidad y por muy bien que se juegue siempre hay alguien capaz de hacerlo mejor en una semana inspirada, sin necesidad de ser uno de los favoritos, y hacerse con el triunfo. Rahm no estuvo a su mejor nivel en el Phoenix Open y aún así logró otro puesto entre los diez primeros. La clave está en insistir y en eso el barrikoztarra no tiene rival. Justo ayer se cumplieron siete meses desde la última vez que firmó una vuelta sobre el par en un torneo valedero para el PGA Tour. Fue en la primera ronda de The Open Championship. Desde entonces, son ya 33 consecutivas. Si mañana jueves en su estreno en Riviera hace otro recorrido por debajo del par, logrará la mejor racha en casi veinte años.
Estos datos quizás no le digan nada al número 1 del mundo, que aspira a las victorias de la manera que sea. Después del Phoenix Open, se mostró optimista: "No estoy tan lejos después de haber estado tres meses sin competir. Me estoy quejando de cómo estoy, pero sigo ahí arriba. Significa que el duro trabajo que he hecho va por el buen camino y pronto sucederán cosas buenas". Rahm jugará los dos primeros días con Jordan Spieth y Scottie Scheffler, lo que asegura un partido con grandes golpes y, en condiciones normales, marcadores bajos.
Tiger Woods, ahora que se cumple un año del accidente de tráfico que le mantiene fuera del circuito, ejerce de anfitrión de un torneo que exigirá a los jugadores mucha finura en los golpes de aproximación a las banderas. Los greenes de Riviera CC son muy firmes y parar la bola cerca de los hoyos no será sencillo. En ese aspecto del juego y también con el putt flojeó Jon Rahm en el Phoenix Open en lo que debe entenderse como un accidente dentro de una trayectoria de consistencia que le vuelve a colocar como uno de los favoritos en el Genesis Invitational para los expertos.
lucha a tres por la cima
Con tal nivel de participación, el torneo eleva su valor para el ranking mundial y dos jugadores pueden desbancar al de Barrika esta semana en el primer puesto. Si Collin Morikawa o Patrick Cantlay ganan el torneo, Rahm tendría que acabar entre los cuatro primeros para conservar su posición. Esta posibilidad no es lejana porque los dos estadounidenses no se han bajado del Top 10 en sus últimas presencias en el PGA Tour, tres Morikawa y seis Cantlay. Además, este torneo, que cierra la gira por el Oeste antes de saltar la semana que viene a Florida, supondrá la primera presencia en el PGA Tour esta temporada para Rory McIlroy. También aparecen entre los inscritos Sergio García y otros jugadores europeos que pueden tener una buena semana como Paul Casey, Matt Fitzpatrick, Francesco Molinari o Thomas Pieters, que acaba de ganar en el DP World Tour y ya cuenta con buenos resultados en Riviera.