23 y 21 años. Jon Ander Peña y Jon Mariezkurrena están a un palmo -a un duro y elástico palmo de tiempo que puede durar apenas un segundo o toda una vida- de meterse en su primera final de Primera. El Campeonato de Parejas, ese viaje a Maratón de cada campaña manista, en el que se plantean 19 jornadas de traqueteo con los agravante de tensión competitiva, material exigente y mil ojos en cada remate, empieza a claudicar mañana en el frontón Bizkaia de Bilbao, a partir de las 17.00 horas, con dos debutantes en la liguilla de semifinales a la espera de coronar el segundo gran puerto de la etapa. Caras nuevas en la cúspide.

El tolosarra, acompañado de Jon Ander Albisu, y el de Berriozar, capitaneado por Jokin Altuna, se acodan entre los focos con la certeza de estar ante una oportunidad inmensa, pues currículums como el de Aimar Olaizola -26 finales en Primera-, Mikel Urrutikoetxea -siete-, Jokin Altuna -siete-, Iker Irribarria -cinco-, Joseba Ezkurdia, Beñat Rezusta, José Javier Zabaleta -cuatro- o Danel Elezkano -tres- no son más que casos aislados. La verdadera realidad del deportista de élite se acoda entre muchas decepciones y toneladas de trabajo, tan oscuro que no aparece tras la lente de una cámara y que, en la mayoría de las ocasiones, no termina de tomar forma cuando la ocasión lo requiere. En definitiva, las finales son la excepción.

Desde que debutó en 2016 con 19 años, Peña II ha coqueteado con el éxito en cinco partidos por txapela, todos ellos de Segunda. Únicamente obtuvo un cetro, el del Cuatro y Medio de 2019, que ganó ante Jon Alberdi. En las otras cuatro ocasiones, dos en la jaula y dos en el Parejas de Promoción, se quedó con la miel en los labios. Pero ninguna de las fotografías del retrovisor se asemeja a lo que vivirá mañana. No en vano, está en la recta final de su primera participación como titular, cuestión que impactó en su momento debido a la apuesta en firme de Baiko por el tolosarra en detrimento de Oinatz Bengoetxea, un manista que tiene su nombre en la historia. "Peña no parece un debutante", analiza Albisu. "Quedan 22 tantos por hacer y eso es muchísimo", agrega el delantero. Resta un solo partido. El objetivo está cerca, pero no tanto. Puede pasar cualquier cosa.

Mariezkurrena II, por su parte, accedió al Parejas de este curso desde el campo aficionado tras no ser renovado por Baiko el pasado verano. Aspe le reclutó con buen ojo y todo apunta a que se instalará en la empresa de Eibar como uno de sus zagueros estelaristas. El de Berriozar es una rara avis: aterrizó entre los mejores en 2019 sin necesidad una campaña completa de rodaje en el profesionalismo. Tardó cuatro meses desde el estreno hasta la llegada al Parejas de Primera. En sus dos campeonato no pudo poner la guinda de las semifinales, pero su unión con Altuna III le ha granjeado grandes loas. "No creo que se lo tome como algo de vida o muerte, porque tendrá muchas oportunidades en el futuro", predice Jokin. El Bizkaia de Bilbao dictará mañana su sentencia. Los precedentes no dicen demasiado: dos 22-21 en el Astelena de Eibar, uno por bando. Lo que es seguro es que la final del Parejas del 9 de mayo tendrá una cara nueva bajo los focos.

El caso de Altuna III

Por otro lado, Jokin Altuna, uno de los pelotaris más importantes del panorama manista actual y fogueado en situaciones competitivas comprometidas, está en disposición de acceder por primera vez a una cita por la txapela del Campeonato de Parejas. En seis titularidades -en 2015 fue suplente y jugó diez partidos- ha alcanzado tres liguillas de semis. Conquistar Bilbao le abriría la puerta a conseguir la Triple Corona.