Florentino Pérez llevaba años sin exponerse ante la prensa, salvo en las ceremonias de presentación de los fichajes, y no siempre, pero desde la noche del lunes, cuando la Superliga Europea salió del agujero y anunció que lo suyo va en serio, ha iniciado un peregrinaje por los programas deportivos para dar explicaciones sobre un cisma que ha conmocionado el fútbol europeo. Estuvo en el Chiringuito de Jugones, en MegaChiringuito de JugonesMega, y la pasada noche pensaba ir a El Larguero, de la Ser. Teniendo en cuenta que se acuesta temprano y aborrece del chau-chau con los medios se puede decir que el presidente del Real Madrid está de cruzada, en plan visionario, dispuesto a "salvar el fútbol" a su manera. Hasta el propio Vaticano, y Florentino es muy pío, le rogó que no siga.

Sin embargo la Superliga europea ha muerto antes de nacer, sobre todo por la reacción visceral desatada en Inglaterra entre los aficionados y el empeño del primer ministro británico, Boris Johnson, en plan corsario abanderando la rebelión contra el proyecto de Florentino Pérez. Chelsea y Manchester City fueron los primeros en abandonar. Luego se sumaron el resto de los clubes ingleses, Liverpool, Manchester United, Arsenal y Tottenham.

El Liverpool tomó esta decisión poco después de que el capitán del equipo, Jordan Henderson, en nombre de sus compañeros, difundiera un comunicado en el que rechazaba de forma muy clara la Superliga. "No nos gusta y no queremos que ocurra", dijo Henderson.

El Manchester City fue el primer club británico en informar que lo dejaba, iniciando el efecto dominó.

Pero horas antes su entrenador, el catalán Pep Guardiola, no dudó en censurar a la propiedad, con base en los Emiratos Árabes, por su adhesión a esta liga cerrada. "El fútbol no es deporte cuando la relación entre el esfuerzo y el éxito, entre el esfuerzo y la recompensa, no existe. No es deporte cuando el éxito está garantizado de antemano. No es deporte cuando no importa si pierdes", reflexionó Guardiola en rueda de prensa.

Dimisiones en el United

En el Manchester United rodaron cabezas, pues su vicepresidente ejecutivo y principal activista por la causa de Florentino, Ed Woodward, dimitirá a final de año. Junto a Stamford Bridge, más de un millar de hinchas del Chelsea se concentraron para mostrar "su rechazo y asqueo" hacia la Superliga.

El Arsenal pidió perdón a sus aficionados por cometer "este error" y el dueño del Tottenham, Daniel Levy, dijo: "Nos arrepentimos de la ansiedad y la tristeza que hemos provocado. Creíamos que era importante que nuestro club...".

La revuelta inglesa le ha pillado a Florentino Pérez a contrapié justo cuando estaba en campaña para justificar las bondades del proyecto. El presidente del Real Madrid y de la Superliga se puso en contacto con los doce clubes implicados para tomar una decisión tras las bajas del City y Chelsea o la rotunda negativa del PSG y Bayern de Múnich, dos grandes con sitio en la mesa, a entrar en el club.

"Los clubes importantes de Inglaterra, España e Italia tienen que dar solución a una situación muy mala. Se han perdido 5.000 millones de euros. En dos temporadas 400 millones menos en el Real Madrid", dijo Florentino, en El Chiringuito, y expuso una visión apocalíptica, ("lo hacemos para salvar al fútbol", llegó a decir), obviando que son los culpables de la hiperinflacción y la ruina.

Las reacciones

El Barça supedita su presencia a lo que digan los socios. El FC Barcelona supedita su participación en la Superliga a a la aprobación por parte de la asamblea de compromisarios. Así lo ha decidido la junta directiva presidida por Joan Laporta, quien firmó el sábado, poco antes de la final de la Copa, el documento para adherirse a la nueva competición con la citada salvedad.

Las peñas del Atlético recelan del proyecto. La adhesión del Atlético de Madrid al proyecto de Superliga ha causado inquietud entre los aficionados rojiblancos, expresada por la Unión de Peñas, una organización que agrupa a más de 300 peñas de las 845 que están registradas en el club rojiblanco, y con algunos casos concretos de peñas que barajan desvincularse si el equipo rojiblanco acaba jugando la competición, aunque ningún socio ni agrupación se ha dado de baja por el momento.

Un juzgado madrileño prohibe a UEFA, FIFA, LaLiga y RFEF medidas contra la Superliga. El Juzgado de lo Mercantil 17 de Madrid ha adoptado medidas cautelarísimas para impedir que FIFA, UEFA y todas sus Federaciones o Ligas asociadas tomen medidas que impidan la puesta en marcha de la Superliga. Asimismo, dichas medidas prohiben que se tome "cualquier medida sancionadora o disciplinaria contra los clubes participantes, su jugadores y directivos".

Bayern y PSG reiteran su rechazo a la Superliga. El Bayern Múnich reiteró su rechazo en un comunicado conjunto del presidente, Herbert Hainer, y el presidente del Consejo Directivo, Karlheinz Rummenigge. "Nuestros socios rechazan una Superliga y nuestro deseo es que los clubes europeos vivan esa competición maravillosa que es la Liga de Campeones y la desarrollen junto con la UEFA", dijo Hainer. Por su parte Nasser Al-Khelaïfi, presidente del PSG, también rechazó el proyecto y aseguró que "toda propuesta sin el apoyo de la UEFA" no resuelve los problemas del fútbol porque llega motivada por "intereses personales".

Zupiria: "Más de negocio que de actividad deportiva". El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, opinó que la Superliga deja claro que cada vez más el "fútbol espectáculo" se ha convertido en una "industria recreativa que tiene más de negocio que de actividad deportiva", lo que indica que las instituciones deben centrarse en el fomento de la actividad deportiva no profesional. Zupiria opinó de este modo a preguntas de los periodistas sobre el anuncio de creación la Superliga.

Contra la 'tienda cerrada'. "La FIFA es una organización construida sobre valores del deporte y solo puede desaprobar firmemente la creación de la Superliga, que es una tienda cerrada y una ruptura con las instituciones actuales, las ligas, las asociaciones, y con la UEFA. Déjenme mostrar el total apoyo de la FIFA al fútbol europeo y a la UEFA". Así de solemne se pronunció Gianni Infantino, durante el Congreso Ordinario que la UEFA está celebrando en Montreaux (Suiza). Su presidente, Aleksander Ceferin, agradeció el respaldo total de la FIFA, pero sobre todo se congratuló por la renuncia del Manchester City y del Chelsea, el principio del fin de la rebelión.