bilbao - La selección española de balonmano comienza esta tarde ante Letonia (20.30 horas/Teledeporte) el Campeonato de Europa de Suecia, Austria y Noruega. Lo hace con la vitola de campeón, después de ganar el título de Croacia 2018 de forma extraordinaria; pero sobre todo lo hace con la mirada puesta en los Juegos de Tokio. Porque el ganador de este torneo continental -o el subcampeón si el trofeo se lo lleva Dinamarca, ya clasificada-, aparte del oro, se meterá en el bolsillo el billete directo a la cita olímpica. Y los Hispanos tienen hambre de Juegos, un apetito voraz tras perderse los de Río de Janeiro. Por eso, España quiere evitarse sustos y sellar su presencia en Tokio cuanto antes. "El grupo que vivió la experiencia de no clasificarse en el Preolímpico de 2016 en Suecia tiene una obsesión para llegar a estos Juegos", reconoció Jordi Ribera, seleccionador de España. Sin embargo, para el técnico, esta obstinación es "buena" porque otorga "una mayor fuerza". Por eso, reconoce que todos están en plena forma para este Europeo: "Estamos al 100% para poder llegar ahí".

Para ello, España deberá pasar una primera fase bastante asequible en la que se medirá a Letonia (20.30 horas), Alemania (sábado, 18.15 horas) y Países Bajos (lunes, 20.30 horas); y todo parece presagiar que serán precisamente la selección germana y Croacia -con quién probablemente se cruce en la segunda ronda- quienes se erijan como principales rivales de la selección estatal en el camino hacia las semifinales. Con todo, Ribera quiere quitarse la vitola de favorito, aconseja vivir en el "día a día" y señala a Dinamarca y Francia como las dos grandes favoritas para llevarse el oro continental. Y es que, a pesar de tener la clasificación olímpica sellada gracias al título mundial que consiguió el año pasado en su propia casa, la selección danesa da miedo. Liderada por el cañonero Hansen y amparada por el guardameta Landin, Dinamarca pondrá a prueba la sed de gloria de unos jugadores que lo han ganado todo con una superioridad insultante. Mientras, el combinado bleu, en plena regeneración, quiere mostrar al mundo el nivel de sus nuevos diamantes. Y, de paso, certificar su billete a Tokio.

Sin embargo, España llega a este Europeo con el mismo bloque de jugadores que besaron el oro continental de Croacia. De hecho, para Suecia, Austria y Noruega, Ribera cantó una convocatoria donde repitió 15 de los 17 nombres que citó hace dos años: "Cuando llegas a las competiciones importantes sería ridículo hacer un cambio sustancial porque eso significaría que no hemos hechos las cosas bien antes", argumenta. De esta forma, el seleccionador muestra una gran confianza en la vieja guardia en la que hombres como Julen Aginagalde, Jorge Maqueda, Viran Morros y Joan Cañellas amenazan con ser inagotables. Con todo, Ferrán Solé, David Fernández y los hermanos Alex y Daniel Dujshebaev otorgarán esa frescura de la juventud ya que, como reconoce el propio Ribera, "han demostrado tener bagaje para entrar cuando hay que hacer cambios".

El debut Así pues, los Hispanos también se postulan como favoritos para reeditar el título, aunque el seleccionador rebaje los ánimos: "Esta es una competición complicada, que hace dos años fuéramos campeones ya es historia". España debuta a las 20.30 horas en el Europeo y lo hará ante Letonia, un rival de menor calidad, pero del que Ribera no se fía. El seleccionador no quiere comenzar la competición con un traspiés y, por ello, apela a la defensa que tan buenos resultados dio en el Torneo Internacional de España -donde ganó todos los encuentros-: "Ellos tienen a Kristopans (2'14 metros), que es un jugador diferencial y habrá que intentar anticiparse a sus recorridos; pero lo que tenemos es que estar lo más consistentes en defensa para poder recuperar balones y jugar al contraataque".