Bilbao - Siete son los conjuntos vizcainos que militan en Segunda B y solo uno pudo despedir 2018 con esa alegría que produce ver el cuero besar la red rival. Fue el Gernika, que se impuso 0-1 en Tabira. Un dato que podría parecer anecdótico refleja cuál está siendo, en líneas generales, el lastre de las escuadras del territorio. Incluso el Barakaldo, que se ha marchado de vacaciones navideñas en play-off, tiene como asignatura pendiente la de mejorar su puntería, con una media realizadora inferior a la de gol por partido. Por abajo, Cultural y Amorebieta darán la bienvenida al nuevo año en descenso directo, peligro que también acecha al Gernika, igualado a puntos con los zornotzarras.
La excepción en cuanto a problemas con el gol es un Bilbao Athletic que se medirá a cinco de las seis escuadras que clausuran la tabla en las primeras seis jornadas de 2019. Y es que los cachorros, con 33 dianas en 18 encuentros, son los segundos más exitosos del grupo en dicha faceta, solo superados por el Racing, líder y principal favorito al título con cinco puntos de ventaja sobre el Mirandés. Villalibre, con 11 goles, forma una tripleta letal junto a Iñigo Vicente y Gaizka Larrazabal, principales escuderos tanto a la hora de marcar como de asistir. La traba de los antes dirigidos por Garitano y ahora por Solabarrieta para ubicarse en zona noble se encuentra lejos de Lezama. En sus nueve salidas, solo han rascado un triunfo, en Leioa en septiembre. El resto, dos empates y seis derrotas. El pobre bagaje como visitante les sitúa novenos, a 7 puntos del play-off.
El que sí se codea entre los mejores es el Barakaldo, tercero a siete puntos del líder y con seis puntos de renta sobre el quinto, el sorprendente Langreo. Las buenas prestaciones de recién ascendidos como el citado cuadro asturiano, el Oviedo B -cuarto- y el Calahorra -décimo-, que a priori podían entrar en quinielas de candidatos al descenso, pondrán cara la salvación. Los de Aitor Larrazabal han basado su poderío en su enorme capacidad defensiva, que les ha permitido tapiar su portería en el 50% de sus choques, en los que han repetido el resultado de victoria por 1-0 en siete ocasiones.
Otro que se ubica en zona noble, a cuatro puntos del play-off, es el Leioa, pese a que no ha sido capaz de ver puerta en los tres últimos partidos. Séptimo, aunque igualado a puntos con Langreo y Logroñés, colocados en las dos casillas superiores, el cuadro de Jon Ander Lambea se está mostrando casi invencible, con solo dos derrotas hasta ahora. También le cuesta ganar, de modo que se ha convertido en el rey del empate. Con diez, nadie ha firmado más tablas que los de Sarriena. El que también despidió 2018 con la pólvora mojada es el otro equipo de Eskuinaldea, un Arenas que, pese a que genera ocasiones, no marcó en diciembre, esto es, en las últimas cuatro citas, en las que solo ha atado un punto. Fue en el que a priori era el duelo más complicado del pasado mes, en la visita al Logroñés. Dos filiales, los de Oviedo y Real Sociedad, han asaltado Gobela en las últimas semanas y han alejado a los de Jabi Luaces de los puestos de honor. Duodécimos, se alojan más próximos al descenso, al que aventajan en siete puntos, que al ascenso, con nueve puntos de desventaja.
huir de la quema Inmersos en una titánica batalla por la permanencia se encuentran Gernika, Amorebieta y Cultural. A los gernikarras, competitivos en Urbieta, les ha costado sumar a domicilio. De hecho, hasta la última jornada solo habían obtenido un punto como visitantes. Se quitaron ese peso de encima en Tabira y salieron por primera vez del descenso, aunque su renta respecto al colista es de solo dos puntos. La igualdad es tan extrema que, con los mismos puntos que los forales -16-, inmerso en la zona roja figura el Amorebieta, que despidió 2018 con derrota en Langreo. Los azules venían en buena dinámica tras un cambio de sistema que les había dado mejores frutos y solidez defensiva. Tanto los de Urtzi como los de Iñigo Vélez iniciarán el año con dos partidos seguidos en casa, donde deberán hacerse fuertes para salir del pozo. Lo contrario le ocurre a la Cultu, que abrirá 2019 con dos salidas complicadas. Los durangarras, penúltimos con un punto más que el Vitoria, habían asomado la cabeza, pero han vuelto a caer tras tres partidos sin marcar. Los recientes tropiezos como locales ante zorno-tzarras y gernikarras han frenado a los de Igor Núñez, que tienen en los derbis su mayor talón de Aquiles.