Langraiz Oka - ¿Cómo se encuentra en estos momentos?

-Estoy con ganas de que empiece la carrera para quitar esos pequeños nervios que siempre hay. Por lo demás, estoy muy tranquilo porque físicamente me encuentro muy bien, como el año pasado, y sin haber tenido ningún bajón.

¿Qué pasos siguió en su preparación?

-Este año llegué lesionado del Dakar después de romperme el tobillo el día que abandoné. Me he dedicado mucho a recuperarme físicamente y en abril nos juntamos para preparar la carrera. Después de preparar unas motos a nuestro gusto, el mes de septiembre fuimos a Portugal a probar la moto, con la que estamos muy ilusionados porque se lleva fácil y es muy robusta, ideal para este tipo de rallies. Nos hemos dedicado a desarrollar la moto y a machacar el cuerpo, porque estar bien físicamente luego da ese punto de poder ir seguro en la moto, disfrutando y pudiendo arriesgar.

Aunque la idea de hacerlo en quad rondó su cabeza.

-Así es. Este año también me llamó a la puerta un equipo de quad, pero estaba muy verde y era mucho el dinero que tenía que invertir. En la moto estaba todo más estructurado y fue lo que hizo que me decantara por ello. Aunque sí que es verdad que he corrido toda mi vida en quad y claro que me gustaría hacer el Dakar así. Pero tampoco es algo que me vuelva loco y me vaya a hacer tirar la casa por la ventana.

El curso pasado dijo que su idea era participar una única vez. ¿Qué le ha hecho volver a repetirlo?

-Ha sido un cúmulo de cosas. Lo primero de todo es que al no acabarlo, siempre se queda esa espina. Otro punto importante fue que Fausto, el que me metió en el equipo portugués el año pasado, me dijo que quería volver y compartir la infraestructura conmigo. Otro de los puntos es que los patrocinadores y el ayuntamiento de Langraiz Oka me reconocieron la repercusión que tuve y el esfuerzo que estoy haciendo dándome una ayuda. Tengo que acabar para agradecer a toda la gente que me ha ayudado.

¿Con qué objetivo acude ahora a la prueba?

-El objetivo sigue siendo terminar, pero lo que tengo claro es que no quiero hacerlo a cualquier precio. No voy a hacer una excursión ni ningún viaje turístico al Dakar. Voy a competir dentro de mis posibilidades. Si hago como el año pasado, que rondaba el puesto cuarenta, estaré muy satisfecho, porque creo que es un puesto bastante digno para el nivel que tenemos de preparación y profesionalidad.

¿Espera que hacer un buen papel le permita mejorar su estatus en el Dakar?

-A día de hoy no tengo que demostrar nada a nadie y, aunque haga un papelón en este Dakar, tengo claro que mi vida sigue por otro lado. No voy a estar vinculado profesionalmente a ser un piloto de motos, sino a mi trabajo. Quiero hacer una carrera digna, disfrutarla y acabarla.

Habla de disfrutar. ¿Se puede hacer eso en una cita tan dura?

-Sí, porque, como en todas las carreras extremas, los que participamos tenemos nuestra parte masoquilla. Cuanto más duro te ponen las cosas, mayor satisfacción logras al realizar una buena etapa o al acabar la carrera.

El recorrido diseñado le ayudará en ese propósito

-Eso es. Hasta la organización se ha dado cuenta de que tenía un recorrido demasiado comercial. No tan pensado en la competición y en la aventura, y sí en ir de una ciudad a otra. En este recorrido se ve la mano de Marc Coma, que es un piloto con muchísima experiencia. Le ha dado ese toque de volver a ser una carrera dura y recuperar ese punto de aventura.

¿Piensa que el trazado de este año será más complicado que el del anterior?

-Va a ser más difícil porque tenemos menos enlaces y más sectores cronometrados, bastantes de ellos fuera de pista. Esto se va a traducir en más horas encima de la moto, más cansancio y más posibilidades de cometer un fallo o de que haya una avería. Va a ser un Dakar más duro y aventurero. Pero tengo muy buenas expectativas y creo que estará a la altura.

¿El Dakar engancha?

-Para todo hay una edad y ya tengo 43 años. Me parece que es una carrera muy bonita, todos en el mundo del motor tenemos esa meta en lo más alto, pero a mí personalmente no me engancha. Una vez acabada, me gustaría hacer otras carreras por el mundo, porque esta ya la habría hecho. Mi intención no es dedicarme a esto, sino poder darme otro capricho y hacer otra carrera mítica cuando se den las circunstancias. Sin embargo, también está claro que hay muchos pilotos que salen del enduro y buscan en los rallies encontrar una continuidad profesional. Este es un escaparate terrible, tiene una repercusión espectacular en todo el mudo y a algunos les ayuda a conseguir el dinero para seguir.