BILBAO - Una vez que el baloncesto se ha metido en los juzgados, cualquier cosa puede pasar. Ayer los clubes de la ACB aprobaron en asamblea por nueve votos a favor y siete en contra la readmisión del Real Betis, descendido la pasada temporada, pero que había reclamado vía judicial su derecho a formar parte de la competición que iba a contar de nuevo con 17 equipos. Pero un dictamen del Juzgado de Primera Instancia número 23 de Barcelona del pasado 31 de julio decretó que el club sevillano debía ser admitido de forma cautelar “después de haber acreditado el cumplimiento de las condiciones requeridas para el acceso a la ACB”.
La entidad andaluza ya había advertido de su intención de llevar el litigio hasta las últimas consecuencias y la mayoría de los clubes no parecían dispuestos a gastar ahora más energías y más dinero en procesos judiciales de final incierto en tiempo y forma que no hacen más que perjudicar a sus cuentas y a su planificación. Así que por imperativo legal dieron su brazo a torcer, aunque los cinco clubes de la Euroliga, el Andorra y el Joventut se opusieron a ello. Eso sí, según el comunicado de la propia ACB, “se reservan el derecho de continuar defendiendo en los tribunales en el futuro la validez de las decisiones aprobadas por la asamblea, que fijaron unas nuevas condiciones económicas de acceso para participar en la Liga Endesa a partir de la temporada 2017-18, anulando las anteriores, y que fueron alcanzadas tras las negociaciones con la FEB y el CSD”.
Ahora, tras “la inclusión cautelar y provisional del Club Baloncesto Sevilla”, como recalca la nota de la ACB, hay que elaborar un nuevo calendario, aunque se mantienen las fechas de inicio y final de la competición para el 30 de septiembre y el 24 de mayo, respectivamente. Con un equipo más, crecen las posibilidades de tener más ingresos, aunque se pierde esos periodos de descanso, que aún siendo breves, tanto agradecen los clubes, sobre todo los de Euroliga, que mantienen su empeño en dejar la Liga Endesa en 16 equipos en un futuro inmediato.
Una competición de 17 era un despropósito disfrazado a conveniencia, pero otro verano más queda una sensación de caos total en la organización de la que está considerada la mejor liga nacional de Europa y que se extiende hacia abajo en cascada. El Betis ya estaba inscrito en la LEB Oro, donde queda, por tanto, un hueco libre que el Araberri, al que la FEB dejó fuera hace unas semanas, reclama para sí. Del mismo modo, el Zornotza y el Marín tienen recurrida su exclusión de la LEB Plata, que tendría que ser ampliada a 18 equipos para hacerles hueco, y esperan una pronta resolución del CSD.