BILBAO - Xabier Erostarbe es un tallo. Es un zaguero largo, alto, potente, con un armazón amplio, pasa los ciento noventa centímetros por uno y pesa poco más de ochenta kilogramos. El guardaespaldas de Urretxu asoma de la cantera guipuzcoana como uno de los siguientes manistas en plasmar su firma en la mano profesional. Con 21 mayos en sus hombros amplios, Erostarbe anuncia batalla para las próximas dos temporadas en las filas de Aspe, que últimamente está abasteciéndose del rico caladero de Gipuzkoa. De hecho, Xabier compartió club con Iker Irribarria y Jokin Altuna en el Zazpi Iturri de Amezketa, en el que se forman los jóvenes talentos de la operadora eibarresa. Confiesa Erostarbe que la decisión de que le tocaba saltar al ruedo profesional le “pilló un poco de sorpresa”, aunque le dio un subidón de alegría. “Tampoco esperaba debutar en noviembre. Al final, llegue cuando llegue, nunca te lo esperas”, argumenta el urretxuarra.

Se estrenará el viernes 27 de noviembre en el frontón Ederrena de su localidad natal y lo hará junto a dos amigos: Altuna III ejercerá de padrino en los cuadros alegres frente a Irribarria y Abel Barriola. Un partido grande entre estelaristas. Casualmente, junto al amezketarra protagonizó las finales del último Cafés Baqué abierto a pelotaris de fuera de Bizkaia, en 2012. Jokin alcanzó la gloria en cadetes; mientras que en juveniles Erostarbe no fue capaz de cerrar una final dominada contra Ekhi Ziarrusta. El dimarra, habilidoso y travieso, acabó imponiéndose en el frontón Olaburu de Iurreta con genio.

Advierte el guardaespaldas urretxuarra que tendrá que sudar para ganar. “Contra Barriola me espera un partido difícil. Con Jokin Altuna y con Iker Irribarria he jugado muchas veces, juntos y en contra, porque somos del mismo club y hemos entrenado muchas veces juntos”, sostiene Erostarbe, quien añade que “Jokin ya es un fijo en los estelares e Irribarria cada vez está jugando más veces arriba con los mejores. Va a ser un partido complicado”. Sobre todo, le pondrá a prueba el zaguero de Leitza, un auténtico metrónomo. “Abel Barriola lleva toda la vida entre los mejores y ahí sigue. Tiene mucha colocación, mucha defensa y hace casi todo bien”, confiesa.

Echando la vista atrás, relata el guipuzcoano que Abel ha sido uno de los pelotaris que “más” le han gustado. “Siempre quieres aprender de todos”, admite. Aunque, de crío, su ídolo era otro. “El que más me gustaba era Rubén Beloki. Me fijaba en todos, pero me llamaba la atención mucho”, sentencia.

pasado y futuro Tras alcanzar el “sueño” de aterrizar en el ruedo profesional, el futuro se le despliega delante como un bonito abanico a Xabier. Él tiene los pies en la tierra. “Primero pienso en el partido de debut, a ver cómo sale. Después, entrenaremos fuerte para ir mejorando poco a poco. Primero, tenemos que adaptarnos a la categoría en los partidos iniciales”, narra el zaguero urretxuarra, quien apostilla que “la mayor diferencia puede estar en el material y en el ritmo de partido, que es más alto, pero, al final, hasta que no sales al frontón no lo sabes”.

Así las cosas, en el retrovisor, el guipuzcoano atesora una trayectoria bastante importante en el campo aficionado, en el que ha tenido tiempo para hacerse como pelotari y crecer. “Ese paso viene bien al manista. Juegas contra gente con más experiencia y te ayuda a tener más paciencia en el frontón y a trabajar más en los partidos. En aficionados hay buen nivel. Juegas contra rivales duros y exigentes. Te hacen subir de categoría y colocarte mejor”, analiza Erostarbe, a quien los amigos ya están organizando una buena para el día marcado en el calendario. “En Urretxu siempre ha habido mucha afición por la pelota. Cuando jugaba Aritz Lasa solía ir mucha gente al frontón. Yo siempre he ido a verle. Le conozco desde pequeño”, declara.

A una semana del debut, el zaguero revela que “la tensión la manejo según los días. Si estás con dudas, parece que tienes más nervios. Aun así, cada vez llevo mejor la tensión”. Aun así, será especial.