SON la otra cara del EDP Bilbao Night Marathon. Alejados de los deportistas profesionales y las estrellas invitadas, miles y miles de personas se suman a la carrera con diferentes objetivos marcados: superar sus propias marcas, tratar de terminar la carrera en las mejores condiciones posibles, picarse con los amigos o simplemente con el único fin de pasar un buen rato. Son los protagonistas anónimos. La verdadera clave de convertir este evento nocturno en una auténtica fiesta del running. La preparación no es sencilla, buscar horas para salir a correr no siempre es fácil debido a los compromisos laborales, pero ellos siempre están ahí, al pie del cañón. Así, cada uno dentro de sus propias limitaciones, realizó la puesta a punto de la mejor manera posible y mañana estarán en la salida del paseo de Uribitarte dispuestos a darlo todo por las calles de Bilbao.

Eneko Gómez, Javier Ruiz e Idoia Uriarte son algunos de los nombres que saldrán en la media maratón. “Me gusta mucho, cuando empezó era algo nuevo, a la noche. Siempre han venido muchos corredores de fuera y se crea un ambiente muy bonito”, declara Idoia, que disputará su quinta prueba bilbaina. Mientras, Eneko y Javi también suelen correr diferentes carreras populares y estarán en la noche de Bilbao dispuestos a darlo todo. “La prueba está muy bien, bien organizada y es chula hacerla por la noche. Lo único malo es la salida que al haber mucha gente está un poco masificada, pero por lo demás me gusta”, explica el primero de ellos. Estos corredores tienen claro que el objetivo final es disfrutar y pasar un buen rato con sus compañeros de fatigas. “Te vas picando con algún amiguete y te pones un poco las pilas, aunque sin tensiones porque acabarla es un logro”, cuenta Javi.

Asimismo, Dharma Martín disputará su segundo maratón nocturno. “La primera vez fue una bilbainada. Me iba a apuntar a la media, pero no quedaban plazas e hice la completa. Se hizo duro, pero pude acabarla”, recuerda este corredor, que ya mira a la carrera de mañana: “Tampoco he podido prepararme mucho, pero tres semanas ya he podido entrenar”.