Duración: 52:23 minutos de juego; 13:09 minutos de juego real.
Saques: 2 de Beroiz y 0 de Albisu.
Faltas de saque: 1 de Beroiz.
Pelotazos: 231 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 6 de Beroiz y 8 de Albisu.
Errores: 14 de Albisu.
Botilleros: Eneko Yoldi acompañó desde la silla a Mikel Beroiz; mientras que Luis Galarraga hizo lo propio con Jon Ander Albisu.
Marcador: 7-1, 8-1, 10-2, 13-3, 16-4, 17-4, 17-5, 18-7, 18-8, 19-9 y 22-9.
Apuestas: De salida se cantaron momios de 100 a 60 a favor de Mikel Beroiz.
Incidencias: Media entrada en el frontón Beotibar de Tolosa para presenciar el primer envite de octavos de final del Manomanista de Primera.
bilbao. Mikel Beroiz es una roca. Es imperturbable, no pierde pie, apenas roza una nota baja o cede un milímetro. Quizás sea convicción, quizás su manera de afrontar la pelota a mano, sin abandonar nunca la guerrilla, pero Jon Ander Albisu, un pegador, murió en sus manos sin abandonar la batalla ni un instante. Sin regalar un trozo del Beotibar. Y el guipuzcoano pereció por la paciencia, el arrojo y la capacidad de dominar todas las facetas del partido de Beroiz. Imponente ayer, aprovechando en gran medida los fallos de Albisu, dubitativo sobre todo al principio, regalando demasiado y sin terminar de explorar sus dos brazos, dinamita pura. Porque no fue el de día Jon Ander, que limpió colchones muy a su pesar. El zaguero de Uharte fue más, mucho más, en cada uno de sus pelotazos e incluso llegó a poner a su espalda al ataundarra en muchas ocasiones, demostrando que en el mano a mano no solo cuenta la fuerza desmedida. En esa lid, el guipuzcoano sí que goza de ventaja, pero cualquier distancia la pulió Beroiz a base de seriedad y empaque. Fue más. No hubo discusión.
Y menos cuando la primera parte de la película se convierte en un monólogo denso, extenso y sin parangón de Albisu. Pero en el peor de los casos. Falló demasiado ante un rival que no permite ni un segundo de relax. Volvió a incurrir en errores y lo pagó caro. Beroiz, de hecho, le forzó a ello. Muchos de los errores que supusieron el siete a cero de salida fueron medidos milimétricamente por el uhartearra, que sabe de qué pie cojeaba su contrincante. Ante esto, nada que hacer. Primero le arrebató Mikel la esperanza aguantando a la perfección el peloteo a Jon Ander. Después, la confianza fue flaqueando y con esto todo lo demás. Al temblar las piernas de Albisu, la sombra se hizo no larga, larguísima. También en el luminoso. Y la distancia entre los dos pelotaris, aún más.
Una falta de saque demasiado corta de Mikel, quien hizo todo perfecto y en su hoja de servicio solamente se anotó este error, puso cierta pimienta a la cosa, para que Albisu pudiera cambiar de pelota y afrontar de otro modo la siguiente tacada. Fue un espejismo. La derecha le jugó otra mala pasada y el colchón de arriba fue el destino de la pelota. Otra dentellada a su confianza, ya resquebrajada anteriormente.
Beroiz no quitó el pie del acelerador a pesar vencer por seis cartones a las primeras de cambio y siguió a lo suyo: paciencia a la hora de pelotear y encontrar la dejada o el dos paredes en cuanto hubiera opción -aunque la mayoría de las veces ni lo necesitó-. Un saque y tres errores pusieron tanta tierra de por medio, que el partido ya sí que se volvió misión imposible.
Así las cosas, cuando rezaba el marcador un sonoro 16-4, fue cuando Jon Ander empezó a carburar. Llegó tarde. Con el peloteo hizo daño, pegando mucho y obligando a Beroiz a defenderse como gato panza arriba. Mucho trabajo para Mikel, que aguantó el tirón hasta caer. Asimismo, el ataundarra pudo mostrar que tiene una buena dejada y que si domina es peligroso. El problema suyo fue que erró demasiado al principio y regaló la eliminatoria. Por lo demás, el tramo final del partido fue bastante bonito.
Jon Ander trató de resucitar y consiguió más tantos que su rival en todo el duelo, ocho. Pero era ya demasiado tarde, la herida era enorme y manaba sangre sin parar. El Beotibar contempló cómo Beroiz reculaba para tratar de volver a poner orden y tomar impulso. Así que Albisu cedió sin contemplaciones. Ante tamaña hazaña himalayesca, Jon Ander terminó por hundirse en el esfuerzo. Era demasiado. Y Mikel se lanzó a terminar de zurcir la victoria y el pase a cuartos de final del Manomanista. Subió un punto de agresividad y cayó Jon Ander en la trampa.
De este modo, el zaguero de Uharte alcanza la siguiente fase del mano a mano, donde le espera Juan Martínez de Irujo. Beroiz llega muy favorecido al imponerse en sus dos anteriores envites frente a adversarios de probada calidad, pero tener al de Ibero delante en el Manomanista es otra historia.
el resto de la jornada Asimismo, en el primer partido del festival tolosarra, Joseba Ezkurdia y Kepa Peñagarikano vencieron no sin problemas a Aritz Lasa y Aritz Laskurain (17-22). El voleísta de Arbizu volvió a demostrar lo gran pelotari que es dando una muestra de sus dotes en la delantera. No obstante, el puntillero urretxuarra y el zaguero de Soraluze les estuvieron a punto de dar la vuelta cuando el marcador rezaba 15-21. Dos tantos colorados pusieron el suspense para la cátedra tolosarra, pero el poder azul acabó por desequilibrar la balanza de un partido telonero entretenido.
Por otro lado, en el Manomanista de Segunda, Álvaro Untoria aplastó a Gorka Esteban en el partido estelar de Miranda de Ebro (8-22). El zaguero de Nájera desequilibró la balanza cuando iban 6-6 en el marcador demostrando que tiene unas grandes cualidades en el mano a mano. Y es que, el riojano lleva una temporada en la que está reluciendo.
Untoria se enfrentará en la próxima jornada del mano a mano de Promoción, en semifinales, al vencedor del envite de hoy entre Miguel Merino y Stephane Lemuno en el frontón de Santo Domingo de La Calzada.