pamplona. Durante el día de ayer, los cuñados del fallecido, Luis Mari y Uxue López, desplazados a Perú, efectuaron el reconocimiento de los restos del montañero, que según confirmaron fuentes familiares, está previsto que sean incinerados en el país andino, para después ser repatriados. El trámite, sin embargo, requiere la autorización de la Fiscalía, por lo que aún se desconocen los plazos para que esa repatriación se consume.

Aunque el deseo expresado por el propio fallecido a sus familiares era otro, según explicó ayer su hermano Xabier. "Mikel siempre nos dijo que si alguna vez le pasaba algo, si tenía un accidente en la montaña, quería que lo dejásemos allí donde ocurriese. Así se lo transmitimos al cónsul, pero las autoridades locales no lo han permitido, porque el lugar donde falleció mi hermano queda al descubierto en verano".

Los restos del montañero navarro y de su guía fueron localizados el martes por un equipo de guías profesionales encabezado por Marco Pérez, presidente de la Asociación Nacional de Guías Profesionales de Alta Montaña en Cuzco, a 5.600 metros de altura, en las laderas del Ausangate, que tiene 6.372 metros de altura. Se hallaban al pie de la pared del Ausangate, en la provincia de Quispicanchi, en la región Cuzco.

El manto de nieve que les cubrió presentaba un espesor de un metro y medio aproximadamente, tal y como se podía apreciar ayer en la grabación de vídeo de los trabajos de salvamento. La localización de los cadáveres se prolongó aproximadamente durante siete horas y en el dispositivo participaron un equipo de 14 personas, entre las que había un policía de alta montaña, dos guías profesionales, incluido Marco Pérez, y pobladores de la región.

Pérez confirmó que la policía los esperó en el campamento base para recibir los restos y hacerse cargo de su traslado hacia la ciudad del Cuzco, la capital regional, donde se presumía inicialmente que se realizarían las autopsias, aunque finalmente se llevaron a cabo ayer en Sicuani.

La afición a la montaña de Gar-tzi, como era conocido Mikel Aingeru García entre sus allegados, se fraguó en la juventud y le llevó por diferentes partes del globo, entre ellas Pakistán o Kirguizistán. Técnico de euskera de la Mancomunidad de Malerreka, estaba federado.