Madrid. El sindicato de jugadores de la NBA ha decidido esperar a ver qué sucede con el caso de la anulación del traspaso del base Chris Paul a los Lakers por parte de los Hornets. De acuerdo a varias fuentes, el sindicato quiere ver si la Liga, propietaria de los Hornets, es capaz de ensamblar un nuevo acuerdo de traspaso.

Si esto no se consigue hasta el próximo lunes, entonces el sindicato podría considerar otras opciones, incluida la de llevar el asunto a los tribunales. Mientras tanto, la NBA ha permitido a los directivos de los Hornets que vuelvan a recibir ofertas y hablar con otros equipos interesados en los servicios de Paul.

Varias fuentes cercanas a los Hornets, Lakers y los Rockets de Houston, los tres equipos que entraron a formar parte del traspaso bloqueado por la NBA, han reiniciado las conversaciones para ver de qué manera pueden recomponer el acuerdo. Además, los tres equipos le han pedido al comisionado de la NBA, Davis Stern, el responsable de la anulación del acuerdo, que reconsidere su posición, pero se espera que no reciban una respuesta positiva ya que hay una fuerte presión por parte de la mayoría de los equipos pequeños.

Los equipos al final no podrán apelar porque no hay ningún mecanismo legal establecido dentro de la NBA que les permita tal acción para cambiar la decisión del comisionado, que ayer reiteró que tenía la responsabilidad final de las decisiones importantes que se tuviesen que tomar dentro de la franquicia de los Hornets, propiedad de la liga.

Los Hornets habían aprobado a través de su gerente general, Dell Demps, mandar a Paul a los Lakers a cambio del ala-pívot español Pau Gasol y el alero Lamar Odom. Mientras que los Rockets enviaban a los Hornets al ala-pívot argentino Luis Scola, el escolta Kevin Martin y el base esloveno Goran Dragic a cambio de Gasol, al que convertirían en su nuevo jugador franquicia.